El coste del hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo marca el verano político en Galicia

La mayoría absoluta del PPdeG en la Cámara autonómica, sin embargo, ha echado por tierra, en la Diputación Permanente, las intenciones de la oposición de citar al mandatario gallego para un futuro pleno extraordinario que tuviese la cuestión del Álvaro Cunqueiro como único punto del día. La propuesta llegaba a la Diputación Permanente bajo el brazo del BNG, pero también la secundaron los socialistas gallegos y Armando Ojea, el solitario diputado de Democracia Ourensana, el partido del controvertido alcalde de Orense, Gonzalo Pérez Jácome.

Pero todo cayó en saco roto cuando la mayoría del PP aplastó las intenciones de la oposición de convocar un pleno para que Rueda dé explicaciones, desenlace que, por otra parte, ya estaba escrito. Alberto Pazos, portavoz parlamentario del PP, defendió esa negativa a citar al presidente de la Xunta con el cuchillo entre los dientes y, como en él es habitual, tirando de aquella técnica que considera que la mejor defensa es un buen ataque: acusó a los nacionalistas de retorcer el Reglamento de la Cámara de forma «espuria» para intentar «generar alarma social».

En síntesis, lo que había concluido el Consello de Contas, y que puso negro sobre blanco en un documento publicado a principios de mes, es que habría sido más eficiente licitar la obra de construcción y los servicios del hospital por separado, y no de la forma en que lo hizo la Xunta: de forma conjunta y con un concierto público-privado.

La oposición lleva desde entonces intentando no desperdiciar esa munición para arremeter contra el gobierno autonómico a través de comunicaciones y declaraciones a la prensa. Y este miércoles, con la Diputación Permanente como marco, Montse Prado, responsable de temas sanitarios del BNG, ha acusado al PP de ser unos «auténticos trileros» por la «estafa» del hospital, «un negocio redondo para la concesionaria y ruinoso para la sociedad gallega». La Xunta –concluye el BNG– echó mano de un «escandaloso» modelo de financiación: «Puro y duro neoliberalismo para dar negocio al capital».

Las críticas hacia la Xunta fueron similares por parte de nacionalistas y socialistas. Cuando tomó la palabra el líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, este apostilló, igual que había hecho la portavoz del BNG, que, además, el hospital acabó siendo «más caro y más pequeño» de lo previsto, pero sin rebajar el coste por ello.

Besteiro también criticó, leyendo literalmente un párrafo del informe del Consello de Contas, que la Xunta se decantase por ese modelo de concierto privado «sin un análisis comparativo previo en términos de eficiencia y eficacia con respeto a una adjudicación de contrasto público tradicional».

El líder de los socialistas gallegos cree que esa decisión del pasado se puede rectificar en parte, e insistió en reclamar a la Xunta que revierta el contrato y deje «de seguir pagando a fondos especuladores privados y entregarles parte de la gestión del hospital», para que pase a ser de «titularidad plenamente pública». «Quedan diez años de pagar un canon que es un chollo para la concesionaria y un dolor para los gallegos, podemos resolverlo», añadió el líder del PSdeG.

Y Alberto Pazos respondió. El portavoz parlamentario del PP restó importancia al informe del Consello de Contas, dejando claro que dicho documento no constata «ninguna irregularidad», sino que analiza dos modelos por los que podría haber optado la Xunta. Y Pazos defendió, a renglón seguido, «el modelo de colaboración público-privada» por el que se decidió entonces el gobierno gallego, ya que hay que entenderlo en un contexto de crisis económica. Gracias a eso, el hospital se hizo «en tiempo récord».

Para ahondar en su explicación, Pazos recurrió al paralelismo de una familia que va a comprar una casa: «Cualquiera sabe que es más barato adquirirla con medios propios que recurrir a créditos bancarios», pero si muchos recurren a hipotecas es porque priorizan «tener un techo» antes de «eternizar» el proceso de compra. Algo así habría hecho la Xunta con el hospital.