Corredor Atlántico Noroeste: ser o no ser en el transporte del futuro

Un informe presentado el pasado mes de octubre por las patronales de las tres comunidades estima que, en lo tocante al tráfico de mercancías, con el Corredor Noroeste a pleno rendimiento, en 2040 podrían inyectarse al PIB 4.500 millones de euros y generarse 23.900 empleos. También redundaría en un impulso para el turismo: incrementando la mejora del gasto en un 1%, se ganarían 116,7 millones anuales. Cifras que se sustentan en la previsión de que se triplicarían, siempre con 2040 como horizonte, las toneladas transportadas por ferrocarril: pasarían de 7 a 20,4, con un incremento anual del 16%. De media, en los tres territorios, cada euro ejecutado en el Corredor por empresas locales tendría un impacto de 1,33 euros en el PIB.

A cambio, hace ya casi un año, el 27 de enero, las tres comunidades del Noroeste cifraron en casi 8.000 millones de euros —7.884, de los cuales 2.322 corresponden a Galicia— la inversión necesaria, en infraestructuras, por parte del Gobierno. Así lo avalaron los presidentes Alfonso Rueda, Alfonso Fernández Mañueco y Adrián Barbón (dos del PP y uno del PSOE), firmantes de una declaración institucional para instar al Ejecutivo central a impulsar el Corredor en el Noroeste. Fue la plasmación, negro sobre blanco, del músculo mostrado en un foro, en Santiago, en el que un millar de representantes de la economía, la política y la universidad arroparon a los tres gobiernos regionales.

Galicia, Asturias y Castilla y León remitieron al Gobierno, que reaccionó nombrando al fin un comisionado, José Antonio Sebastián, su estrategia para modernizar su red de mercancías, que casi multiplica por seis los 1.400 millones prometidos desde el Ministerio para el Corredor Atlántico. No sólo con la meta de triplicar la cuota del ferrocarril de mercancías en 2040. También para reducir la emisión de más de 22 millones de toneladas de CO2; ahorrar más de 1.300 millones en costes; y movilizar una media de 6.600 empleos al año (entre directos e indirectos) mientras se ejecuten las obras necesarias.

Ante todo, exhibieron unidad en su larga batalla por lograr una modernización real de la red de transporte de mercancías; reforzando las capacidades logísticas y la competitividad. Una alianza, abrazada también por los sectores empresariales y portuarios, que no es nueva. Ya en su momento enmendó la ausencia del Noroeste de los corredores de transporte prioritarios para la Unión Europea. En 2018, con Mariano Rajoy en la Presidencia del Gobierno, se incorporó al mapa del Corredor Atlántico; con la línea León-Palencia-Monforte-Orense-Vigo-La Coruña como Red Básica o prioritaria. Esto supone tener acceso preferente a los fondos europeos del Mecanismo Conectar Europa, que financia actuaciones de desarrollo y modernización de la red ferroviaria de mercancías. Con un asterisco: es el Gobierno central el que ha de presentar los proyectos a las convocatorias; previa elaboración de un Plan Director, que no es otra cosa que una «hoja de ruta».

Sin embargo, en el caso del Corredor Atlántico, no existe Plan Director. Solo un borrador, un «Power Point», a pesar de que el Ministerio lo comprometió en 2019. Y de que el pasado 27 de enero las tres comunidades lo volvieron a reclamar, de tal forma que incluyese una planificación «detallada y calendarizada». El pasado octubre, rememora Maestro, durante una reunión en Madrid, llegó la «traca final»: cuando esperaban ver un plan minucioso se toparon con unas «transparencias» con unas cifras; que, para más inri, resultaban insuficientes. En noviembre, el comisionado volvió a estirar plazos al indicar a elmercantil.com que esperarían a conocer el nuevo reglamento para los corredores europeos, lo que remite, como pronto, a marzo de 2024. Esto, critica el director xeral de Mobilidade, es «simple y llanamente una excusa de mal pagador», porque los reglamentos se renuevan periódicamente, y supone mezclar los ritmos de Europa, «muy distintos», con los tiempos comprometidos en casa.

En San Caetano, donde no escasean precisamente las recopilaciones del Gobierno en materia de agravios —la más candente ahora mismo, la gestión del litoral, que sí se entregará al País Vasco—, tienen claro que hay mucho más «empeño» y hasta «entusiasmo» por apoyar el Corredor Mediterráneo, más allá de las promesas de equiparar a ambos.

La Xunta no olvida que España, como país, no presentó proyectos del Noroeste a las últimas convocatorias de fondos de Conectar Europa, ni incluye este territorio en el diseño de las autopistas ferroviarias. En junio, el Corredor Noroeste quedó fuera del reparto de 6.200 millones para impulsar la red de transportes, anunciado por la Comisión Europea, con 247 millones para la 'Y vasca', la conexión del Corredor Atlántico con Francia o tramos del Corredor Mediterráneo, informó en su día EP.

Esto, en ese contexto de modificación de los reglamentos de los corredores de mercancías, que ha de ser ratificado por los denominados 'trílogos', que incluyen a la Comisión y al Consejo de Europa. El Parlamento Europeo le dio el visto y place a una propuesta que recoge las demandas de Galicia de incorporar a la Red Básica las líneas Vigo-Oporto, La Coruña-Ferrol y La Coruña-Lugo, además de los puertos de Vigo, Ferrol y Marín. De nuevo, no obstante, quien juega en la liga europea es España, como nación, y ha de ser el gobierno el que haga fuerza en Bruselas.

Para eso, no obstante, debe haber una apuesta firme, «estratégica», ajena a partidismos —reclama Maestro—, que tenga en cuenta que, para territorios como Galicia, su ubicación le otorga una serie de oportunidades, pero también de hándicaps. Y en la Comunidad no se ve por ningún lado que se comparta esa visión que sí hermana a la Xunta con el Principado y la Junta. Con ejemplos como la salida sur de Vigo, que apenas tiene agendado un estudio de trazado, con lo que no cumplirá el plazo de 2030 comprometido con Europa, asegura el director xeral; o la estimación de que hacen falta unos 3.000 millones para la línea que unirá León con La Coruña, para solventar el «cuello de botella» del puerto del Manzanal, pero el Gobierno no llega a 800. Porque, explica Maestro, proponen una mera «actualización», cuando lo que piden las regiones del Noroeste es una «modernización».

Galicia, tan necesitada en materia ferroviaria —AVE en plenitud, conexión con Portugal, etc— pide al menos no quedar fuera de un eje estratégico. Aunque los primeros días como ministro de Óscar Puente, y sus palabras, no invitan, ni mucho menos, al optimismo.