Del corazón de una aldea al resto del mundo

«La idea es ir más allá de seguir ofertando los pueblos bonitos» que ya se conocen, cuenta Pérez, y poner en valor la «belleza desconocida». «Con Aldealista hacemos visibles los pueblos invisibles, a los que difícilmente llegaría cualquier persona siguiendo una guía turística o un buscador habitual«, explica. Su impulsor habla de patrimonio »paisajístico, cultural, gastronómico«. Se trata de »no estandarizar« el turismo, sino todo lo contrario; favorecer que surja el interés por nuevos lugares y que estos vean cómo crece el dinamismo y la actividad económica y social dentro de sus fronteras. En esencia, un cambio de paradigma sobre el ciclo turístico tradicional que, en lugar de apostar por lo concreto y conocido, esparce semillas de potencial por todo el territorio.

La propuesta alcanza una doble dimensión: física y digital. Digital, por la aplicación que sirve de portal para que el público conozca las aldeas; física, porque en su contorno geográfico es donde tiene lugar la verdadera conexión, tanto si el usuario la conoce desde su móvil como si la curiosidad le hace interesarse por lo que ofrece cuando ya está allí. Esto último se hace posible gracias a una colección de placas QR que Aldealista entrega de forma gratuita a los ayuntamientos adheridos.

Hace unas semanas, Pérez viajó hasta Madrid para presentar su proyecto ante una audiencia de ejecutivos de la empresa Google; la gran firma estadounidense posa su mirada sobre la iniciativa gallega, y no es la única. Otra compañía potente, la inmobiliaria Remax, que tiene presencia en más de 115 países y vende cerca de 2 millones de casas cada año por todo el mundo, hizo un acuerdo con Aldealista para habilitar un servicio gratuito de compra, venta y alquiler de propiedades en las aldeas; con lo que Pérez celebra que a su afán por «darle una segunda oportunidad a las casas de los pueblos» se sume el apoyo de «la mayor compañía inmobiliaria del mundo».

Pérez admite sorprenderse al echar la vista atrás, pero no pierde de vista la filosofía, aún intacta, que lo llevó a poner en marcha la plataforma que ya tiene un alcance internacional. «En vez de nacer en un garaje de Silicon Valley», relata sonriente su impulsor, lo hizo en la aldea de sus abuelos.

Este mes, la Axencia Galega de Innovación (GAIN) reconoció a Aldealista como caso de éxito de empresa innovadora en el contorno gallego, una noticia que en Castiñeiro acogieron con gran ilusión. Lo que no sabían es que no pasaría mucho tiempo antes de que a ese triunfo lo siguieran otros. Este último viernes, la Confederación Empresarial de Ourense (CEO) concedió a Aldealista su Premio Empresa Innovadora, para sorpresa para Pérez y su equipo, que se declaran «muy agradecidos» porque fue la propia CEO la que se interesó por su proyecto. Y, en la misma semana, la iniciativa gallega cosechó otro éxito más al proclamarse como una de las diez ganadoras del programa 'Que vivan los pueblos' impulsado por Yoigo-UnLimited, que la dotará de recursos y acompañamiento en su recorrido.

La apuesta emana «del rural» y se desarrolla «para el rural», insiste Pérez, en la misma línea que otras campañas e iniciativas que hacen frente a los problemas de despoblación y escasez de dinamismo en el contorno de los pueblos. Empezó con una «aldea cerrada» que «quiso abrirse» hacia el mundo. Castiñeiro ha dado el primer paso; con él, se despeja un sendero que, ahora, comienzan a recorrer cada vez más localidades.