La construcción deja atrás su fase de recuperación y crece en 2023

Tal como se enuncia en los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE) publicados ayer sobre la evolución del sector en el último año, su ritmo había sido de crecimiento desde finales de 2014 hasta 2020, cuando la situación de crisis sanitaria hizo que su crecimiento se convirtiese en una «contracción» sin «precedentes». Rápidamente, la actividad del sector entró en un desplome que culminó, en el segundo trimestre de ese año, con su merma del -21,6%. Desde entonces, emergió esporádicamente con el arranque de 2021 –pasó de reducirse un -8,5% a finales de 2020 a aumentar un 6,1%, para volver a decrecer un -8,1% en el segundo trimestre–, pero no comenzó a recuperarse de forma sostenida hasta la segunda mitad de 2022.

Superada esta fase de recuperación, el sector volvió a registrar crecimiento en 2023: un 2,2% en el primer trimestre, que se fue desinflando hasta pasado el verano, cuando registró una merma del -0,4%, y se estabilizó por completo en los últimos meses del periodo. En conjunto, como se adelantaba, un 0,8% de crecimiento interanual que rompe con las medias –negativas– de desarrollo en los cuatro periodos anteriores.

Por otro lado, siempre de acuerdo a los datos aportados por el IGE, las afiliaciones a la Seguridad Social en el sector de la construcción registraron un crecimiento del 1,7% a lo largo del último año en Galicia. De manera inversa, el paro inscrito, que se había disparado en 2020 –pasó del -7,4% hasta el 31,7% en abril– a consecuencia de la pandemia, después de siete años consecutivos de caída, volvió a disminuir a partir de 2021, alcanzando una reducción del -10,6% en 2023.

Las licencias municipales otorgadas para la construcción de edificios de nueva planta cayeron, de media, un 4,1% en 2023, hasta los 2.184 inmuebles; aunque en su último mes, diciembre, se registró la concesión de 188, un 13,25% más que la suma del mismo periodo de 2022. En cuanto a viviendas, se edificaron 2.823 nuevas –un 3,55% más que en el ejercicio previo–, mientras que se rehabilitaron 655 —un 3,3% más— y se demolieron 246 —un 18,8% más—. Al final, la variación neta del parque de viviendas fue positiva, con 3.232 más, lo que supone un incremento del 2,5% respecto a aquel año.

También abunda el IGE, en cuanto al panorama de la compraventa de viviendas, «principal indicador de demanda» en el mercado, que en 2023 presentó una tasa de variación negativa y rompió la tendencia al alza de los dos años anteriores, explicando que «los elevados tipos de interés y el incremento del precio de la vivienda» están suponiendo un bache importante en el desempeño de la actividad residencial.