factores meteorológicos
Las claves que originaron esta ola de incendios en Galicia
La lluvia ni está ni se la espera, pero un cambio de viento podría tener consecuencias demoledoras para las zonas asediadas por las llamas
Ántar Vidal
SANTIAGO
Juan Taboada, meteorólogo de MeteoGalicia, va directo al grano cuando se le preguntan cómo serán las condiciones climáticas en el territorio en llamas: «las previsiones a corto plazo no son nada buenas«. Sobre Galicia, explica, se asentará de nuevo el anticiclón, por lo que ... se descartan de un plumazo cualquier posibilidad de lluvia sobre Galicia. Como mucho, »algún fenómeno tormentoso aislado«, pero, en todo caso, nada que pueda convertirse en un elemento diferencial en esta lucha contra los incendios. Además, »la temperatura que se perdió estos días« también »se va a ir recuperando« en las próximas jornadas. En resumen, el clima no se va a poner de nuestro lado para extinguir los fuegos.
No obstante, arroja una pequeña esperanza. El anticiclón también traerá un cese en el viento. «Es la parte buena, hoy (por este miércoles) y mañana debería de estar prácticamente en calma, no debería de soplar», pronostica el experto. El viento ha jugado un papel clave en la expansión de esta ola de incendios que ya se ha cobrado casi 24.000 hectáreas de bosques gallegos: durante la noche del sábado estaba todo «bastante controlado», los focos más importantes se iban a comenzar a perimetrar, pero durante el día del domingo un cambio de viento y fuertes ráfagas echaron por tierra todo el trabajo previo. Se desataba el caos y las consecuencias todavía se están batallando hoy. «Una vez provocado un incendio, el viento es clave. Te dice como se va a propagar el fuego», resume a ABC Taboada. Fue el último ingrediente para generar un cóctel explosivo.
El resto de componentes que desataron esta catástrofe que afecta, sobre todo, a Valdeorras y O Courel fueron la sequedad, la ola de calor y la tormenta del pasado jueves. Una «concatenación de fenómenos totalmente inusual» en Galicia. De hecho, la magnitud de cada uno de estos factores de manera individual ya fue algo poco común. El problema no comenzó con la tormenta seca del jueves, sino que viene de mucho antes. Galicia ha pasado un invierno y una primavera, en comparación con la media de la Comunidad, secas. Viene «de meses atrás». Después, la ola de calor de carácter histórico, no solo por el máximo de temperaturas, sino también por su «extensión» en el tiempo y que acorraló a toda Galicia. «Va a estar en el pódium de Galicia».
El tercer factor fue, claro, la tormenta seca. La velocidad con la que se formó y su tamaño -ocupó también todo el territorio gallego- no son habituales, lanzando más de «6.000 rayos de forma simultánea«; además, sin precipitaciones. Y la poca lluvia que cayó »se evaporó muy rápido porque el suelo estaba a mas de 40 grados«, recuerda Taboada. «El combustible ya estaba preparado por los días de calor y la sequedad desde el invierno«, solo faltaba la chispa, y llegó con la tormenta del jueves. Fue »algo muy inusual«. Por último, el viento avivó el domingo unos incendios ya de por sí peligrosos.
Fenómenos «poco habituales»
Parece responder a la ley de Murphy. Todo lo que podría haber salido mal, salió mal. Entonces, ¿esta combinación fatal de factores meteorológicos podría volver a repetirse a lo largo del verano? En principio, no debería, pero tampoco se puede descartar. «No es imposible, pero es poco probable que ocurra con la misma intensidad«, sentencia el meteorólogo. En esencia, una ola de calor de tales dimensiones y tan duradera, en Galicia, no es nada frecuente. Estos fenómenos ocurren en verano, no son extraños, pero no comparten las características de esta última ola. »Suceden de manera más local«, no asedian a toda la comunidad como sucedió la semana pasada.
Por último, añade Taboada un elemento «que no se suele tener en cuenta« pero puede marcar el desenlace de los incendios: el perfil vertical de la atmósfera. »Si hace calor hay movimientos verticales, y eso para los incendios es negativo, porque entra más oxígeno, dándole más tiro al fuego«, explica. En este sentido, »las noches son importantes porque se suele estabilizar« al bajar más las temperaturas.
Por lo de pronto, para lo que queda de esta semana y la que viene «tenemos ya avisos de temperatura extrema en Orense», algo que dispara las alarman en lo que a la lucha contra incendios se refiere. De todas formas, «no va a ser igual que la ola de calor anterior, porque las temperaturas mínimas no serán tan elevadas, ni será tan larga».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete