Avión, el único lugar de Galicia donde Vox ha puesto una pica

Cerdeira, sin triunfalismos, cree que «cuadró que fue así», pero podría haberse dado «en cualquier otro sitio» de Galicia. Aunque no obvia que pudo jugar a su favor la idiosincrasia de Avión. Con un censo que no llega a 1.800 almas, en verano la población se triplica con el aterrizaje de quienes emigraron al continente americano y vuelven con sus familias. Los chalés, los Lamborghini, la fiesta mexicana en agosto, las visitas de Carlos Slim. Lo que ha dado notoriedad a este municipio extenso, pero poco poblado, de la comarca del Ribeiro.

«Hay una tendencia, seguramente, en nuestras comunidades, más hacia la derecha, porque son justamente la mayoría hijos de inmigrantes, que conocen las consecuencias de la extrema izquierda; pero no de un libro, lo conocen porque lo han vivido» al otro lado del charco, pondera.

El alcalde en funciones, el popular Antonio Montero -que blindó el cargo, que ostenta desde 2005, al lograr mayoría absoluta, con cinco ediles-, coincide en que Avión, con el «efecto inmigración», se inclina «más hacia el centroderecha» -el otro partido con representación es Novos Aires por Avión, independiente; el PSOE se quedó fuera-. Que el estreno de Vox en Galicia se haya dado en su municipio lo encaja con «normalidad» y «todo el respeto del mundo». Interpreta que, más que las siglas, como suele suceder en las municipales, los vecinos votaron a las personas. «Todos nos conocemos». Y las cuatro listas estaban conformadas por «gente de aquí». Incluida la de Vox.

Cerdeira no es ninguna paracaidista. Al contrario. Epítome del ecosistema de Avión, de donde proceden sus antepasados. Nace en Venezuela, pero la primaria la cursa en Vigo. Regresa al país donde nació, acaba de formarse y se desempeña en el sector del lujo, los cosméticos y el 'retail'. Llega a directora regional de su empresa para América Latina. En 2020 circunstancias familiares provocan que, primero, regrese a Avión, y finalmente, opte por quedarse.

La chispa del gusanillo por la política la prenden sus vecinos, que acuden a ella -«era de las personas menos viejas que quedaban» en invierno- para que les ayude con gestiones y trámites administrativos. El año pasado decide ir más allá y habla con el comité ejecutivo provincial de Vox en Orense. ¿Por qué ellos? «Desde que nació» el partido, asegura, se sintió «totalmente en sintonía con lo que plantean». Con las «verdades», que exponen, afirma. ¿Cuáles? «Su sentido democrático», responde sin dudar.

En el pueblo, la entrada de Vox en el consistorio genera incomodidad. Lilian cae bien, pero su partido no tanto. Un vecino de su parroquia dice que el bagaje de un concejal le supo a «poco». Pero en redes sociales ha habido marejada. Y una persona que conoce bien Avión cuenta que, igual que no gustaba ser «noticia» por el desembarco en verano de los emigrantes que hicieron fortuna, tampoco ahora con Vox. «De cara a mi gente sigo siendo una vecina más. Me tratan igual y me atienden igual», asegura Cerdeira. Eso sí: orgullosa de su éxito «como gallega, como española y como mujer».