Ana Sandamil asesinó a su hija de siete años de manera consciente
El jurado del crimen de Muimenta concluye que la acusada es culpable y sabía lo que estaba haciendo
J. H.
Santiago
Un jurado popular ha declarado culpable a Ana Sandamil de haber asesinado a su hija Desirée Leal, en mayo de 2019, cuando la menor tenía tan solo siete años de edad. Un acto que, apuntó el tribunal, hizo siendo consciente de sus actos a ... pesar del trastorno mental que padece. Así lo recoge el acta del jurado popular, que leyó un portavoz en la Audiencia Provincial de Lugo, cuando se cumplían 24 horas del inicio de la deliberación, un plazo similar al que el anterior jurado dedicó para emitir su veredicto. El fallo es, además, el mismo: culpable de asesinato.
El TSXG había anulado en noviembre el primer juicio por este crimen, alegando que en el veredicto, que consideró que la madre de Desirée no tenía las facultades mentales afectadas en el momento de los hechos, no estaba argumentada de forma suficiente esta consideración, clave en el caso. Ahora, tras la repetición del juicio, el jurado no ha dejado margen a la duda de considerar una afectación leve de sus facultades, como hace doce meses, sino que han decretado que Sandamil era plenamente consciente.
Las facultades mentales de la acusada eran el punto central de discusión en este caso, en el que Fiscalía y acusaciones piden para ella prisión permanente revisable y la defensa su ingreso en un centro psiquiátrico.
La versión de la acusada
La madre de la niña, como ya hizo en su momento, dijo no recordar nada de esa noche y cerró las sesiones hablando del amor que sentía por la pequeña y pidiendo perdón a su familia y la familia paterna de la misma: «Quise mucho a mi hija, nunca quise hacerle daño de manera consciente», arrancó la acusada, que jugó de nuevo, ahora se ha visto que sin éxito, la baza del trastorno mental para rebajar la pena a la que se exponía. «No recuerdo nada de la noche de los hechos, no sé lo que pudo pasar», añadió para referirse a la anulación del primer veredicto y del primer juicio, un intento que el presidente cortó de plano.
Pese a todo, Sandamil sí tuvo tiempo de suplicar al tribunal que a la hora de deliberar «se tenga en cuenta que yo padecía una enfermedad, que padezco una enfermedad para siempre». También quiso pedir «perdón» tanto a su familia como a la «familia paterna» de la menor «por los daños causados». En la última sesión del juicio, las partes presentaron sus conclusiones. Entre ellas, la fiscal del caso, que recordó en sus conclusiones a los jurados que «la única víctima se llama Desirée Leal, y no está aquí solo por la voluntad de su madre«, por lo que les pidió que »una mostruosidad como esta no quede impune«. De Sandamil, dijo que actuó »con premeditación«, preparando la botella de agua con medicación sedante, y que »nunca colaboró con la justicia«. El jurado ha avalado las conclusiones de las acusaciones y no ha dado crédito a la versión de la acusada: Sandamil sabía lo que hacía.
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