Pontón ofrece diez «compromisos» de gobierno que beben de viejas recetas

El primer eje al que se ha referido Pontón orbita en torno al refuerzo de los servicios públicos. Acompañando su mensaje de un «basta» hacia los «recortes», ha apelado a blindar la sanidad, la educación, y la conciliación familiar. Ha vuelto a cifrar en 200 los millones de euros que dedicaría a la atención primaria, en la que ha situado como una prioridad poner freno al crecimiento de las listas de espera y reducir las ya existentes; añadiendo, también, más personal en los centros médicos y hospitalarios y habilitando un plan gallego para cuidar la salud mental. En educación, ha igualado la propuesta del PSdeG de garantizar la gratuidad de los libros de texto para todos los estudiantes de enseñanza obligatoria, para los que también pretende asegurar el acceso a los servicios de comedor y de transporte escolar. En lo tocante a políticas para personas mayores, ha propuesto un «nuevo modelo» en el que el ingreso en una residencia se contemple «como último recurso»; en su lugar, ha propuesto «doblar» las prestaciones del servicio de atención en el domicilio y aumentar la red de centros de día hasta uno por comarca.

En su segundo punto, Pontón ha instado a «poner a Galicia a producir» y «crear empleo de calidad». Para ello, ha propuesto la fijación de un plan de fomento de la industria para lograr que crezca «en 8 puntos» y la creación de un programa de inserción laboral para personas menores de 30 años con 3.000 puestos de trabajo. Sin dejar de hablar de industria, ha asegurado que su gobierno habilitaría 100.000 hectáreas de superficie agraria útil, basada en la producción ecológica y la ganadería extensiva; y ha puesto el acento en la recuperación de los entornos de las rías y la potenciación del sector mar-industria. Pontón también se ha referido, como tercer compromiso, a la «Galicia del conocimiento» que quiere consolidar; para ello, prevé un «pacto por la ciencia» que asegure la inversión en investigaciones por valor de un 3% del PIB gallego y la creación de su ya anunciada Fundación Galega para a Ciencia (Innogal), orientada a captar y retener talento investigador.

Un cuarto eje de la propuesta nacionalista gira en torno a la lucha climática, con la creación de una empresa pública energética y la puesta en marcha un plan de descarbonización de la administración pública en el que sería su primer año de mandato; y, también, se ha comprometido a expandir la Red Natura para que abarque el 20% del territorio gallego, frente al 13% actual. A renglón seguido, también ha insistido en «incrementar» la «autogestión» de Galicia, y se ha propuesto lograr la transferencia de titularidad de las autopistas a través de la negociación con el Estado.

Modernizar infraestructuras y facilitar el acceso a la vivienda es otro punto a cumplir en la lista de Pontón. La nacionalista ha dirigido su mirada hacia la creación de «un ente ferroviario propio» con servicios de cercanías por toda la comunidad. También ha descrito una «tarifa plana de transporte intermodal» que costaría a los usuarios 30 euros al mes y cubriría toda clase de transporte público; y ha llamado a movilizar el parque gallego de vivienda vacía para su alquiler y a proporcionar más ayudas destinadas al acceso de gente joven.

La líder nacionalista dedica su séptimo punto al «avance hacia una sociedad más justa». Para ello, se propone crear la Valedoría da Igualdade para la «defensa» de las mujeres «en el ámbito privado», dedicar el 1% de su presupuesto a la lucha contra la violencia de género y establecer un fondo salarial que prive de recursos públicos a las empresas con una sentencia que ratifique su discriminación a mujeres. El siguiente eje lo sitúa en el idioma gallego y orquesta líneas de trabajo para «revertir la pérdida de gallegoparlantes» y, en el ámbito de la cultura, avanzar en el desarrollo económico y en el bienestar laboral de los «creadores y creadoras» de contenido de Galicia.

El noveno punto es el de «poner a Galicia en el mapa», para lo que ha instado a seguir cultivando una «relación estratégica» con Portugal haciendo, también, realidad la conexión ferroviaria Vigo-Porto de cara a 2030 y estableciendo una delegación gallega permanente en Lisboa. Finalmente, el décimo compromiso que asume Pontón es el de lograr una «regeneración democrática» basada en los «derechos y libertades» de la sociedad, negociando para poner «fin» al «reparto arbitrario» de fondos públicos que acusa por parte del Estado.

Este es, a ojos de la líder del BNG, un «momento decisivo» que puede «cambiar el rumbo» de Galicia. En su línea habitual, ha insistido en que «por primera vez, una mujer» podría ser la «presidenta» gallega; una que, ha vuelto a asegurar, «no mira hacia Madrid» sino «a los ojos de los gallegos y gallegas».