La alcaldesa de Santiago pide al PSOE «responsabilidad» sobre su abstención en la votación de la ordenanza de las VUT

En unas declaraciones ofrecidas ayer, la regidora Goretti Sanmartín llamó a la «responsabilidad» para «no dar marcha atrás» en la ordenanza de las VUT que se votará mañana en el pleno municipal. Un proceso, dijo, que «ya fue iniciado en mandatos anteriores» y que tiene como objetivo «proteger el uso residencial». «Todo el resto sería una irresponsabilidad», insistió en declaraciones recogidas por Ep después del anuncio de la dirección del PSOE local de apostar por ponerse de perfil.

La decisión de la directiva compostelana tampoco cayó bien entre el grupo de Compostela Aberta que, en línea con lo promovido por el ejecutivo de Bugallo el pasado año, ven la prohibición como única salida. Sin ir más lejos, la teniente de alcaldesa de Santiago, María Rozas, mostró su «sorpresa» y dejó claro que «no comparte» la postura de la dirección local del PSOE compostelano.

Profundizando en la escisión que el tema genera, además, entre las propias filas socialistas, Rozas no tuvo reparos en criticar uno de los argumentos más potentes para la abstención, como es el desamparo en el que quedan los dueños que iniciaron su actividad con la licencia de la Xunta, la única que la normativa exigía. «Nosotros somos coherentes. Nunca trasladamos a nadie compromisos que no eran los nuestros. Los dijimos muy claro en la campaña electoral que había que regularizar la situación (...) y que había que tener una normativa que impidiese abrir viviendas de uso turístico o que permitiera tener viviendas de uso turístico de forma no controlada», incidió Rozas.

En mitad de este conflicto, que ahora se libra en la arena política, están los propietarios, que llevan meses con sus viviendas paralizadas y el miedo a que un agente se presente en su puerta, como ya pasó durante el mandato de Bugallo. De forma mayoritaria anuncian que el veto no conseguirá movilizar sus pisos hacia la vivienda en alquiler, y piden que el BNG cumpla su palabra. Critican que la actual alcaldesa les trasladó en distintas ocasiones «su intención de regularizar las VUT que operaban antes del cambio de la normativa», e insisten en que ellos no son el problema en una capital que suma más de 6.000 pisos vacíos. Recuerdan, además, que el BNG se abstuvo en la votación de la modificación del PXOM con la que Bugallo cercenó las viviendas turísticas en Santiago.

Ante el nuevo escenario que plantea la abstención de los socialistas, asociaciones como Aviturga indican que «empezamos a ir por el buen camino», y exigen «coherencia» en la ordenación de un modelo que, señalan, es compatible con otros formatos de negocio. A su favor arguyen que Santiago se quedará, de implementarse la medida que el Bloque defiende, sin más de 4.200 plazas de alojamiento.

La capital gallega está a punto de batir este mes de junio una nueva marca de visitantes, con más de 200.000 compostelas entregadas. Los propietarios afectados se preguntan cómo absorberá la ciudad esta llegada de visitantes, y exigen que la nueva normativa no tenga carácter retroactivo y que se permita seguir funcionando con normalidad a aquellos que abrieron su negocio con licencia autonómica.