Crónicas atlánticas
Vótenme porque la muiñeira está buena
La matriz del Bloque se saca la careta y empieza a regañar a los gallegos: tienes que ser así
La Unión do Pobo Galego llama a ideologizar a los votantes que optaron por el BNG el 18 de febrero. Una vez pasadas las elecciones sacamos del armario la autodeterminación. Debe de ser una nueva estrategia política, primero me votas sin saber muy bien qué ... quiero hacer y después yo te digo lo que tienes que pensar.
En campaña electoral no tocaba hablar de independentismo ni de política lingüística. Ni siquiera de la fábrica textil de Altri, que puede revitalizar todo el centro de Galicia, pero que no le gusta al nacionalismo gallego. Ahora que ya hemos votado empiezan a hablar de «unha nova celulosa» y de agitar el fantasma de posibles vertidos al río.
Ana Pontón ha recorrido Galicia sin explicar exactamente qué quería hacer. En 1984, en la televisión de Puerto Rico, una periodista le preguntaba al salsero Héctor Lavoe por qué no se presentaba a senador. Él ironizaba con un posible lema electoral «voten por mí, porque la rumba está buena…». Pues algo así ha hecho el Bloque, pero cambiando rumba por muiñeira. Buena imagen y voto útil, y después ya se verá.
Pues ha llegado ese después y la matriz del Bloque, de la que forma parte Pontón, se saca la careta y empieza a regañar a los gallegos. Tienes que ser así y defender esto.
Nos olvidamos pronto de la historia reciente, pero en 2012 los que como Xosé Manuel Beiras o Martiño Noriega dejaban el BNG, hablaban de una plataforma en la que apenas se podía respirar. Unos señores marcaban la línea y los demás no podían cambiar ni una coma. Son iguales, pero ahora disimulan.
En democracia todo se puede defender, pero es difícil tener éxito regañando al votante. El Bloque ha aprendido la lección tras 50 años, pero en vez de intentar abrirse un poco a la sociedad solo han cambiado los tiempos, el orden de la estrategia. No te riño en la campaña, te riño después. De cómo gestionen sus 25 diputados va a depender el resultado de dentro de cuatro años… y no empiezan nada bien.