Cainismo genético

Por cierto, y al hilo de todo esto, es preocupante la costumbre que están tomando los socialistas de poner y quitar ministros en función de las necesidades electorales de cada territorio. Al margen de las capacidades de José Miñones para el cargo que ha asumido, de las que no tengo ninguna duda, es preocupante que en el gobierno de Pedro Sánchez no reconozcan que el sistema sanitario tiene un problema estructural: la falta de médicos, y no solo en Galicia, sino también en Asturias, Cataluña, Valencia o Extremadura.

Además de asistir a manifestaciones y alentar huelgas los socialistas gallegos van a tener que rendir cuentas ahora de lo que no se haga en el ministerio de Sanidad. El futuro del sistema no puede ser una subasta a ver qué autonomía ofrece más ventajas a los licenciados para que se vayan a pasar consulta.

Volviendo a la tricefalia, si los socialistas la superan lavando los trapos sucios en casa y se presentan como alternativa al PP y al Bloque puede irles bien, si por el contrario se empeñan en organizar otras primarias al estilo de «Los Juegos del Hambre» darán espectáculo político, pero seguirán siendo irrelevantes en la esfera autonómica.

Lecciones han tenido de sobra para aprender de errores pasados, pero el cainismo de PSOE gallego parece enfermedad de origen genético.