Las bolitas de plástico

En algunos ayuntamientos se recogen y punto, se manda a una patrulla con escobas y adiós pellets de resina, en otros se exhiben y se fotografían para intentar alarmar y generar indignación que si de paso sirve para arañar algún voto el 18 de febrero bienvenido sea. «Desastre ambiental na Galiza».

Las ganas de gobernar son entendibles, si uno se mete en política no es para estar en el banquillo toda la vida, pero el nivel es tan bajo que parece que algunos están rezando para que venga un Prestige y así tener algo de lo que quejarse de verdad.

Es un mal endémico, en vez de arreglar problemas intentar agrandarlos a ver si sacamos algo a cambio.

El gobierno gallego retira residuos de los parques naturales y coordina las labores de retirada de las dichosas bolitas. Si algún concello no tiene capacidad para limpiar arenales quizás lo que deberían hacer es reforzar ciertas patrullas, porque la llegada de basura procedente del mar es un problema que va a más.

En una de las playas de un ayuntamiento gobernado desde hace años por el PSOE (está situado algo más al norte) luce un cartelito en el que se emplaza a los ciudadanos a recoger basura y depositarla en un contenedor. Así están las cosas, hay empleados municipales para todo menos para eso y a la alcaldesa no se le cae la cara de vergüenza.

Y prepárense para el siguiente capítulo de la precampaña electoral. El presidente de un país americano quiere liberalizar los bancos pesqueros en los que pescan barcos con capital gallego… ¿e a culpa de quen é?

Exacto… también del PP.