El acusado del atropello mortal de Conxo, a prisión por el crimen

Además del conductor del Mercedes que se subió a la acera y se llevó por delante a la víctima, ayer también pasó a disposición judicial Déborah Gómez, la mujer de 27 años que viajaba como copiloto del turismo que arrolló al hombre minutos antes de las 06,00 horas en la calle Poza Real de Arriba del barrio compostelano. Para ella, la juez indicó la puesta en libertad con la obligatoriedad de comparecer quincenalmente en los juzgados.

La hipótesis más plausible en este punto de la investigación apunta a que el coche en el que viajaban los investigados esperó al paso de la víctima para subirse a la acera y atropellarlo mortalmente. La ausencia de marcas de frenada en el calzada es una de las evidencias a las que los agentes de la Policía Nacional se agarran para decantarse por esta teoría, pero hay más. Tampoco les cuadró la versión que los acusados dieron después del supuesto accidente, cuando llamaron a los agentes para comunicar lo sucedido. Antes se habían dado a la fuga dejando al hombre tendido en el suelo. Al ponerse en contacto con la Guardia Civil de Milladoiro manifestaron que estaban tratando de desenmascarar a la persona que pinchaba las ruedas a los vehículos de la zona durante la noche. Esta explicación abre la puerta a posibles desavenencias entre la víctima y los acusados, que aún están por esclarecer, aunque podría estar vinculadas con la empresa de grúas que dirige el padre del detenido.

Al cierre de esta edición se desconocía si los acusados habían prestado declaración ante la instructora o si se habían limitado a la explicación que aportaron a los agentes de la Policía Nacional que los detuvieron. Durante su llamadas para reconocer los hechos unas horas después de embestir a Santiago, Iván Méndez habría reconocido que pasó la noche dentro de su vehículo haciendo guardia para descubrir a la persona que boicoteaba los neumáticos, y que al detectarlo habría acelerado el coche contra él para darle un susto. De sus palabras también se desprendería que los daños a los coches aparcados en la zona durante la noche estaban siendo una constante, lo que lo llevó a él y a su pareja a organizar un seguimiento. Sin embargo, los agentes de la ciudad no tenían constancia de este problema en el vecindario, tal y como manifestaron una vez se dieron a conocer los hechos y el presunto desencadenante del atropello.

Mientras avanza la inspección de las cámaras de seguridad de la zona, el volcado de los móviles de los detenidos y la toma de testimonios de los vecinos con la intención de clarificar el contexto del crimen, los vecinos de Conxo siguen consternados. Sobre el fallecido, revelan que se trata de un perito de automóviles aficionado al fútbol y muy conocido en la zona por el taller de coches que su familia regentó durante años.