El absentismo y las agresiones verbales, los desafíos de las aulas gallegas

Para la realización del informe se completaron, en 2023, un total de 172.544 cuestionarios entre alumnos, familias, personal administrativo y profesores de distintos niveles educativos. De ellos, casi 117.000 corresponden a estudiantes: 32.838 de quinto y sexto de primaria, 64.910 de secundaria, 18.918 de educación postobligatoria y 276 con requerimiento de asistencia.

Dentro de los niveles de educación obligatoria, no dejar dar clase y agredir verbalmente a los compañeros se sitúan como los principales problemas, compartidos por más del 30% del alumnado. En la educación postobligatoria, más del 40% de los encuestados apuntan la no asistencia a clase sin causa justificada y el llegar tarde como las dos grandes inquietudes. Este escenario no se limita a Galicia, sino que profesores universitarios de toda España lamentan una falta de asistencia generalizada de los estudiantes a clase, por lo que se trata de un fenómeno frecuente de la universidad española. Así lo acreditan informes como el elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD).

Otras preocupaciones detectadas, aunque en menor medida, señalan a amenazas, desobediencia o insultos a los profesores, excluir a compañeros, no cumplir las normas de convivencia del centro, robar material o el ciberacoso. En todo caso, cabe destacar que el 90% de los grupos encuestados no percibe problemas de convivencia. Esto significa que la gran mayoría de los centros educativos de Galicia coincide en que los conflictos son poco frecuentes y que estos no representan un escenario generalizado. Además, todos los colectivos entrevistados consideran que la convivencia ha mejorado respecto a años anteriores.

El profesor es un actor fundamental para el buen funcionamiento de los centros educativos, el cumplimiento de las normas y la resolución de aquellos conflictos que puedan producirse. Así lo consideran los encuestados: el 86,1% ve el respeto al profesorado como el aspecto más importante, seguido de acatar las normas de convivencia, atender a las explicaciones y hacer las tareas encomendadas. En todos ellos, el profesor se sitúa como el punto central. De hecho, familias y alumnos acuden a los profesores para resolver los conflictos. En el caso de las familias, más del 90% como primera opción.

La legislación vigente establece que todos los centros educativos dispongan de un plan de convivencia, entre cuyas actividades se incluye la adquisición de habilidades, sensibilización y formación de la comunidad educativa; la promoción del buen trato y la resolución pacífica de conflictos. En el caso concreto de Galicia, una orden del 23 de agosto de 2023 creó la figura del coordinador de bienestar y convivencia en los centros docentes, elegido por la dirección del centro entre el profesorado del claustro. Entre sus funciones se encuentra la coordinación de un plan de convivencia, fomentar el uso de métodos alternativos de resolución pacífica de los conflictos y promover planes de formación en materia de prevención, detección precoz y protección de la infancia y adolescencia.

Los centros educativos también promueven otras iniciativas para prevenir potenciales peligros y amenazas. El empleo de un lenguaje inclusivo está integrado en las aulas gallegas, donde también se fomenta que padres y madres equilibren sus esfuerzos en la educación de sus hijos. Además, la Xunta está poniendo especial atención en los dispositivos electrónicos y las redes sociales, para fomentar un uso responsable y sano, y combatir distintos tipos de ciberacoso como el 'sexting' o el 'grooming'.

Estas iniciativas han transformado la visión que tienen las familias. El 74,4% de las 36.259 que fueron preguntadas cree que la convivencia ha mejorado en los lugares de enseñanza, un dato que mejora el 59,6% que devolvió la anterior encuesta de convivencia, de 2021; mientras que el 87,97% está satisfecho con su centro educativo en términos generales.