Los daños por sabotaje en la compañía de basuras coruñesa superan los 50.000 euros

La segunda noche consecutiva con incidentes coincide con la huelga en la planta de reciclaje de Nostián

PILAR FUSTES

El grupo empresarial Cespa cuantificó ayer los desperfectos producto de los actos de sabotaje al servicio de recogida de basuras de La Coruña en 50.000 euros. Desde el pasado lunes, 36 camiones de la compañía aparecieron con las ruedas pinchadas, lo que dificultó las ... labores de recogida de residuos en la urbe.

Después de que en la madrugada del martes solo se pudiese retirar el 20 por ciento de la basura depositada en los contenedores, tras aparecer una treintena de vehículos damnificados en el polígono industrial de La Grela, se reforzó la vigilancia y los camiones salieron a la calle con un dispositivo policial, a cargo de la Policía Local y la Policía Nacional.

Aún así, ayer, la empresa alertó de que «continúan los problemas» para realizar el servicio, ya que el sabotaje se ha repetido en el acceso a la planta de Nostián, con otros cinco camiones inutilizables. Según afirman desde Cespa, esta situación provocó que la recogida de basuras «no se haya podido desarrollar con total normalidad», por lo que lamenta los «perjuicios» ocasionados a la ciudadanía.

Dichos incidentes coinciden con la huelga indefinida de los trabajadores de la planta de tratamiento de residuos de Nostián, gestionada por la empresa Albada. A la vista de la problemática existente, el alcalde de La Coruña, Carlos Negreira, incentivó a los trabajadores de Albada y a la empresa a que se sienten a negociar para poner fin a la huelga. «Todos sabemos que la violencia no ayuda a buscar una solución», afirmó Negreira, por lo que «el acuerdo solo puede alcanzarse mediante el diálogo».

Según informó el regidor herculino, las diferencias entre ambas partes se reducen a la readmisión de un trabajador, después de que las condiciones laborales «están prácticamente cerradas». Así, el líder popular defendió que «los derechos» de estos empleados «no pueden estar por encima de los de 250.000 coruñeses» y avanzó que el consistorio tomará «las medidas necesarias» para que la ciudad «no sufra la huelga».

En rueda de prensa agradeció Negreira, además, la «buena disposición» de la Delegación del Gobierno, y la colaboración mostrada con los dispositivos de seguridad, tanto en la planta como controlando algunos puntos de la urbe para garantizar los servicios mínimos. Las palabras de Negreira no fueron bien recibidas por el portavoz del grupo municipal del BNG, Xosé Manuel Carril, quien señaló que el alcalde no «debe limitarse a pedir el diálogo», sino que «debe exigirle» a Albada «que cumpla el acuerdo que unilateralmente rompió». En opinión del nacionalista la opción de la huelga «es lo que les queda a los empleados», dado que la empresa se encuentra en una situación «de saturación y carga camiones con basura sin reciclar», mezclando estos residuos »con los que ya fueron tratados».

Por su parte, los trabajadores de Albada mostraron ayer vídeos en los que, tal y como afirman, se «constatan» las condiciones en las que se encuentran las instalaciones tras tres días de huelga. Apoyado en estas imágenes, el comité denunció que la empresa está sacando basura «sin depurar» en camiones «hacia el vertedero de Sobrado dos Monxes».

Los empleados de la concesionaria alegaron que, en contra de lo manifestado por el alcalde, el paro fue convocado por el despido de un compañero y el «incumplimiento del preacuerdo alcanzado el pasado 24 de abril». «No hay que olvidar que estamos hablando de un convenio colectivo de más de 40 puntos y hay desacuerdo en varios», explicaron los representantes. Por último, solicitaron a Negreira que adopte medidas para garantizar las «condiciones de salubridad».

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