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La Xunta destinará 160 millones hasta 2024 a amortiguar la factura de la luz

El principal objetivo de la agenda energética 2030 es ayudar a las familias a ser más eficicientes y pagar menos

Alfonso Rueda, este jueves al frente de la reunión del Consello DAVID CABEZÓN (XUNTA)
Pablo Pazos

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Con el horizonte puesto en 2030, pero un paquete de «medidas» a implementar «ya mismo», con un primer escalón de aquí a 2024, la Xunta dio luz verde este jueves, en la reunión del Consello, a su agenda energética 2030 , con una inversión en ese primer tramo de 630 millones por parte del gobierno gallego -que espera que lleguen a 1.500 con la aportación privada-, y la aspiración de crear, al menos, 11.500 empleos anuales. De ese montante, 159 millones se comprometen a todo lo relacionado con eficiencia energética y consumo final de las familias, a las que cada vez cuesta más llegar a fin de mes ante unos precios sin precedentes. Porque el plan, explicó en su comparecencia ante los medios el presidente Alfonso Rueda, «se centra, no solo, pero especialmente, en el apoyo a las familias, para que hagan un consumo más eficiente, ahorren en la factura de la luz y para que, al final, tengan que asumir menos costes».

En este sentido, uno de los siete ejes de la agenda consiste en planes de ahorro energético para familias , que incluye bonos para los más desfavorecidos, por un montante de 40 millones de euros; en este paquete de medidas para «avanzar en la transición justa», también figuran programas de formación de profesionales relacionados con nuevas fuentes de energía y lucha contra la pobreza energética.

La Xunta pone también la mira en la industria, las pequeñas y medianas empresas, las pymes, y los autónomos. En la hoja de ruta de la agenda 2030, que contiene 56 actuaciones, hay 120 millones para desarrollar energías renovables, 8,5 para fomentar la economía circular, 144 para impulsar la movilidad sostenible, 277 para proseguir con el proceso de descarbonización y 50 para fomentar el desarrollo tecnológico y la innovación.

Como marco, la Xunta quiere llegar a 2030 con las renovables como fuente del 85% de la generación eléctrica (lo que supone mejorar en 11-12 puntos), con un 55% menos de emisión de gases invernadero y con un 40% de mejora en eficiencia energética, con el consiguiente reflejo en el consumo final, en las temidas facturas de la luz que marca precios récord.

Siete ejes

En cuanto al primer eje, se buscará un incremento de las energías renovables aprovechando los recursos locales, explican desde San Caetano, donde recuerdan que más del 74% de la energía eléctrica producida en Galicia actualmente parte de esta fuente alternativa a los métodos tradicionales, más escasos y más contaminantes. La comunidad es, de hecho, la segunda de España en generación eléctrica de origen renovable. Como novedad, destaca la promoción de un hub de hidrógeno renovable, que aspira a captar financiación europea. La Xunta promete apostar, además, por la integración de las energías limpias, el almacenamiento energético y el autoconsumo.

En torno a la tan en boga economía circular , se prevén la valorización energética de residuos para autoconsumo y la incorporación de gases renovables, entre otras medidas. Para la movilidad sostenible, también al alza, se apuesta por la renovación del parque móvil, promocionando el coche eléctrico: Rueda avanzó ayudas para adquirir vehículos y la creación de puntos de recarga. Pero este eje va más allá, con propuestas como un corredor verde del norte.

El mayor montante se lo lleva la descarbonización. Aquí el presidente de la Xunta puso el acento en la creación de un nuevo sello, el de ‘ Empresa sostenible de Galicia ’. Las actuaciones abarcarán desde las actividades económicas a edificios residenciales, sector terciario, administraciones públicas y sector primario. El Ejecutivo autonómico apoyará proyectos singulares de industrias tractoras que, por las peculiaridades de las actuaciones a desarrollar, no encajan en las convocatorias habituales.

Modelo colaborativo

Otra novedad que trae bajo el brazo la nueva agenda es el impulso de comunidades energéticas empresariales , con un proyecto piloto en San Cibrao das Viñas, de la mano de Tecnópole, del que se beneficiarán, inicialmente, unas 50 empresas: consiste en un sistema colaborativo, donde las empresas de un polígono colaboren para abastecerse, en conjunto, a partir de energías renovables. La Xunta prevé apoyar, en polígonos, de seis a ocho proyectos de este tipo, que persiguen mejorar la eficiencia y la competitividad.

El séptimo y último eje abarca las medidas que se diseñen de acuerdo a los requerimientos de los fondos Next Generation, así como los fondos de transición justa. También desde el punto de vista de la colaboración público-privada, en aras de conseguir una mayor financiación, reseñan en San Caetano.

«El alza de la luz supone muchas veces un obstáculo (...) muy importante», señaló Rueda. «Hay que planificar a largo plazo , vista la evolución, no solo el estado actual, sino la previsible evolución de los costes de la energía».

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