Pladiga 2022
La Xunta formará a los vecinos de las parroquias con alto riesgo de incendios
Se impartirán más de 30 charlas a un millar de personas a lo largo de junio, para que aprendan a autoprotegerse y ayudar a localizar a los pirómanos
Descarga todavía la lluvia en Galicia —mientras el calor ya aprieta en otras zonas de España—, pero no se fían en San Clemente do Pindo, Santa María de Río Caldo o San Paio de Araúxo. Saben que se acerca el verano, y en estas parroquias, que integran el listado de 35 que tienen la desgracia de llevar la etiqueta de ‘alta actividad incendiaria’ (PAAI), asumen que esto se traduce, lamentablemente, en fuego. La Xunta no solo trabaja en estos entornos con «especial intensidad», tanto en la prevención como en la defensa ante las llamas, como subrayó este jueves su presidente, Alfonso Rueda, sino que, como novedad en el plan de actuación para este 2022 (Pladiga), aprobado en el Consello, se incluyen encuentros formativos con los vecinos de dichas parroquias. Se impartirán este mes de junio —el Pladiga se activa el 1 de julio— y se prevé que participen hasta mil personas , a las que se busca concienciar y sensibilizar frente a una lacra que ataca «una de las grandes riquezas» de Galicia, enfatizó Rueda en su comparecencia en San Caetano.
«Se contempla formar y concienciar a la población de las áreas rurales, para que aprendan a autoprotegerse implicándose en la prevención, colaborando con los efectivos antiincendios y ayudando a dar con las causas y con los causantes de los fuegos», consta en la memoria del plan. «Está previsto impartir para esto año 2022, como mínimo 35 charlas ». Aesos encuentros no estarán convocados los vecinos de Ribasieira, (Porto do Son), Covas (San Cristovo de Cea), Soutipedre (Manzaneda) y A Ponte (A Veiga), porque salen del listado de PAAI. En cambio, ingresan Meiraos (Folgoso do Courel), A Gudiña (A Gudiña), O Pereiro (A Mezquita) y Calvos (Calvos de Randín). Las restantes 31 ya figuraban en el compendio del año anterior.
Rueda ponderó que el esfuerzo «especial» que se realiza en estos 35 núcleos de población, concentrados en 23 concellos, es, probablemente, la razón de que los cuatro citados concellos se hayan desprendido de la infausta etiqueta ; lo «malo» es que en las otras cuatro se ha recrudecido la actividad incendiaria en los últimos años, bien en lo tocante a superficie quemada, bien en el volumen de fuegos; de hecho, dos de estas parroquias habían salido del listado en 2021, y una tercera, en 2020. La provincia de Orense, con 27 parroquias de 15 concellos, encabeza ampliamente esta ‘lista negra’, seguida muy de lejos por La Coruña (cinco), Pontevedra (dos)y Lugo (una).
Mejorar la coordinación
Más de 7.000 personas, entre personal movilizado por la Xunta como adscrito a otras administraciones, se desplegará sobre el terreno en el arranque del próximo mes. Los medios materiales y humanos no experimentan grandes variaciones, pero Rueda citó como ejemplos del afán por ir «introduciendo mejoras», para que el Pladiga « sea cada vez más eficaz », que se incorporan 13 motobombas, hasta casi 380, a sumar a los alrededor de 30 medios aéreos; y que se amplía la red de videovigilancia fija, con seis cámaras, en tres nuevas localizaciones, que elevan el total a 148 —en 74 localizaciones—.
Para perfeccionar la organización de los efectivos, se crea el sistema estructural de mando operativo , que, explican desde la Consellería de Medio Rural, aspira a «mejorar la seguridad y la eficacia de las operaciones en incendios de complejidad avanzada». La idea es liberar de tareas secundarias al director técnico de extinción de cada fuego, para reforzar su papel en la coordinación del dispositivo. En caso necesario, también se establece la sectorización de los incendios, para «gestionar con mayor eficacia los medios desplegados y las labores de extinción».
Los responsables de luchar contra el fuego saben ya dónde tienen el listón para este 2022 . En el nuevo Pladiga se establece un primer objetivo, que pasa por reducir la superficie quemada total con respecto de la media de los últimos 10 años, situada en las 16.187 hectáreas;pero esta cifra se reduce a 12.223 para que ese cumplimiento se considere «óptimo». En cuanto a superficie total quemada por incendio, la referencia son las 6,5 hectáreas de media de la última década; con 5,43 como vara de medir de un resultado óptimo. En cuanto al total de incendios, la meta está en bajar de los 406 de media del mismo margen temporal. Como objetivos adicionales, figuran mantener el número de incendios con superficie superior a 25 hectáreas por debajo del 2% del total anual; y mantener el de fuegos menores o iguales a una hectárea por encima del 70%.
Balance de la UIFO
En 2021 se registraron en Galicia 950 incendios , que se saldaron con 4.403 hectáreas quemadas, de las cuales 2.270 eran arboladas. Un año antes se contabilizaron 1.534 incendios, con un coste de 14.805 hectáreas (1.959 arboladas); no fue 2020, desde luego, benévolo con los fuegos, tras dos años de clara contención frente al durísimo 2017 —más de 3.000 incendios que arrasaron más de 62.000 hectáreas—.
En paralelo, Rueda indicó que se seguirá «impulsando» la unidad de investigación de incendios forestales (UIFO), creada en 2021, y que, en colaboración con la Policía Autonómica, realizó 242 diligencias en un año, incluidas 12 de puestas a disposición judicial de presuntos incendiarios. En cuanto a la distribución geográfica, encabezan el listado de actuaciones los distritos de Verín-Viana (35), Miño-Arnoia (31) y Barbanza (30).
En total, la Xunta destina este año al Pladiga 180 millones de euros, incluidos 33,1 —un 13% más— en prevención, sobre la que puso el foco el presidente: «No todo es lucha y extinción».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete