La única detenida por el crimen de Samuel que está en libertad se refugia con su clan
Kathy, imputada y novia de uno de los encarcelados, recibió amenazas, que no salieron del entorno de la víctima
Aunque está investigada también por el homicidio, la Policía la considera más cómplice que coautora del crimen
KAthy, entrando en los juzgados de La Coruña, con su abogado, en agosto
Una acalorada discusión entre Kathy y su novio, Diego, puso los mimbres de lo que pasaría después. Él estaba tan alterado que lo echaron del pub El Andén; luego, le permitieron volver a entrar. Sobre las tres, cuando el local estaba a punto de cerrar, ... la pareja se cruzó con Samuel y su amiga Lina. Y Kathy, según varios testigos, además de empujar a Lina para que no se entrometiera, « alentó» a su novio para que siguiera pegando a Samuel . Después de la brutal paliza, en cambio, consciente de la gravedad de lo sucedido, tuvo reproches para Diego: «¡Cómo lo dejasteis, algún día te van a dar a ti las hostias!» . Pese a no haber indicios de su participación directa en la agresión, la jueza la mantiene imputada por homicidio. Es la única de los seis investigados que está en libertad .
Al no estar en prisión preventiva, cuando a principios de agosto la jueza instructora de La Coruña citó a declarar a los cuatro imputados mayores de edad –los otros dos investigados son menores y su causa se tramita al margen–, Kathy fue la única que llegó a pie al juzgado. Mientras Diego, Kaio y Yumba fueron trasladados por la Guardia Civil desde la cárcel coruñesa de Teixeiro –aunque desde finales de agosto están en prisiones de Lugo–, aquella mañana Kathy se convertía en el foco de las cámaras de televisión cuando, junto a su abogado, entraba por la puerta principal del juzgado.
Los periodistas no eran los únicos que esperaban su llegada a las puertas del edificio. También lo hacían media docena de amigos de Samuel, que, sin poder contener su rabia, la recibieron al grito de «asesina». No hubo más incidentes aquella mañana que esos. gritos e insultos ante el juzgado.
Amenazada por Instagram
En la semanas posteriores al crimen, según ha podido saber ABC, Kathy recibió amenazas por su pertenencia al grupo de amigos que acabó con la vida de Samuel. Advertencias que llegaron a través de las redes sociales y de Instagram, uno de los canales de comunicación favorito entre los veinteañeros. Según aclaran a este diario las mismas fuentes, esas amenazas no proceden del entorno de Samuel y sus amigos . Su origen está más vinculado al contexto de pandillas juveniles y conflictivas conocidas de la noche coruñesa. Hasta donde ha podido saber ABC, no consta que se hayan presentado denuncias sobre este asunto.
Mientras los otros cinco investigados permanecen en prisión preventiva o en centros de internamiento –los dos menores–, Kathy, una joven de 19 años muy conocida en el barrio de Birloque, en las afueras de la ciudad de La Coruña, está en libertad, con la obligación de presentarse periódicamente en los juzgados. La jueza la mantiene imputada por asesinato u homicidio , aunque los investigadores la sitúan más como cómplice que como coautora. No hay indicios de que ella participase en la paliza que la madrugada del 3 de julio acabó con la vida de Samuel en las inmediaciones del paseo marítimo coruñés: ni se hallaron restos de ADN suyos en el cuerpo y ropa de la víctima, ni los testigos la vinculan de forma directa con la agresión. De los seis, es quien más fácil lo tiene para librarse de una contundente condena , si, cómo se prevé, acaban sentándose ante un jurado popular.
Nieta de 'la Tula'
El entorno familiar de Kathy es complicado. Es nieta de la octogenaria Guadalupe Iglesias, alias 'la Tula' , que ya pasó por prisión por tráfico de drogas, y que da nombre al famoso clan de la población coruñesa de Carballo dedicado al narcotráfico y que opera en la comarca de Bergantiños. Según ha podido saber ABC, tras el crimen de Samuel, Kathy abandonó el barrio coruñés de Elviña, en el que vivía, para refugiarse al amparo de su familia.
Kathy es la única de los seis detenidos por la mortal paliza emparentada de forma directa con el mundo delincuencial. El resto de los jóvenes detenidos –que tienen entre 16 y 25 años– son de origen humilde, con excepción de Yumba, de 21 años, que pertenece a una familia «bien» de la ciudad herculina , donde su abuelo es muy conocido por sus negocios, tal y como en su momento informó ABC. Tuvo una adolescencia rebelde y estuvo en centros de desintoxicación por sus adicciones.
Hace ya casi tres meses, la salvaje paliza de seis minutos que acabó con la vida del enfermero coruñés de 24 años indignó al colectivo LGTBI, convencido de que el crimen obedecía a razones homófobas. Lina, la amiga que estaba con Samuel cuando comenzó la agresión, había asegurado a la Policía que el primer agresor –que resultó ser Diego– la emprendió a golpes con la víctima al grito de «maricón» .
La Policía se resiste, al menos por ahora, a considerarlo un crimen homófobo. Una cosa es que los agresores sean homófobos –en el caso de Diego está probado– y otra que le mataran por su condición sexual –delito de odio–. Tal y como adelantó ABC , tras el crimen, cuando Kathy recriminó a su novio lo que había hecho – «¡Cómo le dejasteis!»–, Diego le contestó: «¡Puto maricón, si era un maricón de mierda!» . Luego, cuando los agresores se citaron en el parque Europa, Kaio vio a Diego alterado y le preguntó qué le pasaba. Le contestó que tenía «un problema con los gais» . No se refería a Samuel, al que había dejado en estado crítico, sino a una chica, lesbiana, con la que estaba discutiendo.