Los trabajadores de Alcoa retoman la huelga ante el estancamiento de la venta

«Alcoa se vio obligada a vender en su momento por la fuerza y la presión social», justificó el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan. «O el Gobierno, la Xunta y la compañía nos ponen una solución o van a tener en contra a los obreros que van a luchar por sus puestos de trabajo», añadió. «Tenemos que ir a una huelga a la que no queremos ir, pero lo hacemos por la incapacidad de las partes de llegar a un acuerdo», dijo.

La planta de aluminio emplea en la comarca de A Mariña a unos mil trabajadores , entre plantilla directa e indirecta. Llevan en la incertidumbre desde que el 28 de mayo de 2020 Alcoa presentase un ERE de extinción, ahora anulado por la Justicia. En aproximadamente un mes, el Tribunal Supremo decidirá sobre el recurso presentado por Alcoa contra el fallo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), que acusó a la multinacional de negociar de «mala fe» los despidos. Alcoa justificó el cierre de la planta por los altos costes energéticos, que la hacían inviable.

Para intentar salvar a la última fábrica de aluminio primario que queda en España, en un primer momento se intentó una venta directa al grupo británico Liberty House. Ante el fracaso del proceso, el Gobierno se comprometió a triangular la operación. El plan era que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) la adquiriese primero para acto seguido cedérsela a Liberty. Pero el Ejecutivo central dio marcha atrás en su oferta a mediados de junio. A partir de ahí se abrió un nuevo periodo para que la multinacional americana negociase directamente con inversores interesados. Desde entonces no se han registrado avances .

«Si la SEPI vuelve a escena, la operación se hará», explicó Zan . «El problema que tenemos en este país es que llevamos ocho meses esperando a que los políticos hagan su trabajo y que pongan a la multinacional en su sitio», censuró. Alcoa no ha dado por rotas las negociaciones para la venta, pero asevera que el Gobierno no acaba de garantizar «un marco energético estable» que dé viabilidad a la planta para los futuros compradores, apuntaron esta semana fuentes de la compañía a ABC. La empresa reclama esas garantías para que no se repita lo sucedido en La Coruña y Avilés. La venta de estas fábricas ha acabado en manos de la Audiencia Nacional, que también investiga el papel de Alcoa.

Desde el Ministerio que dirige Reyes Maroto indican que «es Alcoa quien debe responder a la última propuesta que busca desbloquear el proceso de venta». Reconocen que «las posiciones están muy alejadas», pero que el Gobierno sigue pidiendo a la multinacional «que plantee una solución para la venta» en el menor tiempo posible.

«Nosotros no podemos poner garantías a Alcoa, nosotros somos obreros y lo único que podemos poner es movilización en la calle», apuntó Zan. Este lunes comenzarán con una concentración a las puertas de la fábrica de San Cibrao y se preparan para organizar más protestas que impliquen a toda la comarca de A Mariña, ahora afectada también por el cierre de la fábrica de componentes eólicos Vestas. «Llevamos más de 16 meses de tortura, porque esto ya no es un ERE, esto es una tortura, y encima ahora tenemos un problema en Vestas también grandísimo. Creo que toda la parte social de la comarca se levantará para hacer una gran movilización», confió el presidente del comité de empresa.