La sobrecarga laboral del personal de la sanidad llega a los tribunales

La sobrecarga asistencial en los centros de salud se ha convertido en uno de los principales problemas denunciados por los profesionales de la Atención Primaria a lo largo de todo el mapa del Sistema Nacional de Salud, también en el conflicto particular de la sanidad gallega. A finales de marzo, la Consellería de Sanidade firmaba con las sociedades científicas de Medicina Familiar y Comunitaria y con los colegios de médicos gallegos un acuerdo de mejoras en el que se incluía un máximo de 30 pacientes por día y profesional facultativo como «objetivo idóneo» . La semana pasada, un grupo de profesionales del área de Vigo —la más afectada por la sobrecarga, con un 62% de médicos de familia atendiendo a 30 o más usuarios diarios— recurría al colegio médico provincial, que acordaba remitir el caso a la Comisión Central de Deontología de la Organización Médica Colegial, por entender que las condiciones de trabajo en las que estaban prestando sus servicios ponía en riesgo deberes éticos básicos, como el de destinar a cada paciente el tiempo necesario en función de sus características concretas. El mismo día, el Sergas acordaba en la mesa sectorial la ampliación en tres años de 308 plazas de distintas categorías para reducir el número de pacientes por profesional en Primaria.

Las consecuencias del exceso de carga de trabajo —agravado en periodos vacacionales por la ausencia de suficientes médicos sustitutos disponibles y el recurso a la intersustitución, repartiendo el cupo del ausente entre los compañeros de centro— empiezan a verse en los tribunales, fundamentalmente, expone el abogado Eugenio Moure, especializado en materia sanitaria, en las reclamaciones al INSS para el reconocimiento del trasfondo laboral de muchos de los problemas de salud psíquicos y psicológicos —aunque no sólo— que llevan al personal sanitario a situaciones de incapacidad temporal.

Ahora, en una sentencia pionera , notificada el pasado viernes a las partes, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) obliga al Sergas a indemnizar en 15.000 euros a un pediatra de Primaria por las consecuencias para su salud que ha tenido el «estrés laboral», diagnosticado por la propia Unidad de Prevención de Riesgos Laborales adscrita al Servicio de Medicina Preventiva del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). El especialista, reincorporado a su puesto en el año 2016, estuvo diez meses de baja como consecuencia de «una patología orgánica reactiva a dicho estrés laboral» , según explica el abogado. «Afortunadamente se recuperó bien, pero pudo haber sufrido secuelas», añade Eugenio Moure.

Según recoge la sentencia en el apartado de hechos probados, el profesional, el único pediatra en su centro de salud en una localidad intermedia de la provincia de Orense, mantuvo cupos de 1.330 niños asignados en 2012, 1.366 en 2013, 1.387 en 2014 y 1.406 en 2015 —cuando sufrió la incapacidad—, siempre con una amplia proporción de pacientes de las edades más bajas, y de mayor complejidad. En repetidas ocasiones el profesional solicitó medidas para redistribuir su cupo, pero no fue hasta que cayó de baja que el centro se reforzó con un pediatra adicional. «El Sergas (...) adoptó una actitud de pasividad y de caso omiso» a sus solicitudes, afirma el tribunal, quien reprocha además a la organización una incompleta evaluación de riesgos laborales en el centro de salud ya que no incluyó la preceptiva valoración de riesgos psicosociales. «Es lamentable que este trabajador haya tenido que pasar por este calvario para que se hable en serio de la sobrecarga asistencial», afirma el abogado Eugenio Moure.