Román Rodríguez: «¿Inmersión lingüística? No podemos jugar a la ingeniería social»

Concluye el curso escolar sin excesivos sobresaltos… ¿Satisfecho con los resultados?

Si miramos hacia septiembre y vemos los miedos lógicos que había en la sociedad sobre la posible evolución del inicio y el desarrollo del curso, y vemos cómo evolucionó, manteniendo el 100% de presencialidad y unos porcentajes de afectación acotados, es para que estemos satisfechos y felicitar en su conjunto a la comunidad educativa. El balance es muy satisfactorio. Fuimos capaces de conjugar una situación sanitaria muy compleja con el desarrollo de un curso con enorme normalidad a pesar de la excepcionalidad del contexto.

¿Se vacunará a los alumnos de cara al próximo curso?

Ojalá, nos gustaría, daría mucha más seguridad. La propia ministra de Sanidad habla de empezar en torno a septiembre u octubre, con umbrales de edad entre 12 y 16, hay pruebas en edades inferiores… Si se cumple el calendario de llegar al 70% en septiembre de población vacunada, el próximo curso va a ser diferente, vamos a tender a una normalidad más parecida a la situación pre-pandémica.

¿Se va a actuar de manera autónoma o se depende del Ministerio?

Esta es una cuestión que compete al ámbito sanitario. Lo que la Xunta ha demostrado es que sabe hacer las cosas, ha tomado decisiones propias y que funcionan bien.

¿Habrá un mayor alivio de restricciones en las aulas?

Aún es un poco pronto para decirlo. Hay un marco estatal que define las líneas maestras. Trabajamos con el sistema sanitario y los profesionales del educativo para elaborar un protocolo de transición que nos oriente a la normalidad. Habrá menos restricciones pero quedarán algunas para que el desarrollo del curso sea lo mejor posible

¿Seguirá obligándose la mascarilla en el aula para los estudiantes?

Ahora mismo es prematuro. Dentro de las estrategias que el curso pasado garantizaron un buen resultado sanitario, las mascarillas y la ventilación fueron fundamentales. Seguiremos las recomendaciones del comité clínico.

Ha habido quejas de los padres por no titular a alumnos con suspensos, como sí ha ocurrido en otras autonomías. Han denunciado desigualdad.

Efectivamente. Hay una desigualdad entre personas y entre alumnos. Es una desigualdad que deriva de una mala ley, la Lomloe, que rompe el marco de igualdad en el conjunto de España y posibilita que algunas CC.AA. impulsen sistemas de evaluación que van en contra de la motivación del alumnado, de la cultura del esfuerzo y de la búsqueda del sistema educativo. No podemos hacer un sistema de aprobado general, donde transmitamos al alumno el mensaje pernicioso en el que igual es aprobar que suspender. La Lomloe es un problema más que añadir al sistema educativo. El modelo gallego se basa en la motivación y el trabajo.

¿Galicia va a proteger los conciertos educativos ante la ‘Ley Celaá’?

Por supuesto. Creemos en la libertad educativa. Los conciertos son una parte del sistema que responde a una modalidad legal, constitucional y la decisión libre de las familias. Hay que compatibilizar el sistema público con el concertado, y que padres y madres decidan en libertad. Tenemos los conciertos blindados hasta 2023. Apostamos por la educación pública, no implica renunciar a la concertada. Aquí hablamos de niños, de alumnos. Queremos que tengan las mismas oportunidades en un sistema u otro.

¿Le preocupa que se ponga en riesgo la educación especial?

Por muchos motivos, creo que la educación especial es un elemento de justicia social absoluta, y de ayuda a los alumnos que más lo precisan. La Lomloe plantea muchas amenazas a la educación especial. Responde a una visión monolítica del aprendizaje. Es un elemento más de una ley que no responde a la diversidad que tiene la sociedad. Galicia es la Comunidad con más alumnos con necesidades educativas especiales integrados en sistema educativo ordinario, hablamos de un 92%. Con un gran esfuerzo, hay 4.000 profesores especializados en atender a este tipo de alumnos. Esto no quita que haya centros específicos para determinadas situaciones, donde las familias puedan elegir. Hay que ser muy respetuoso. Estos centros hacen una labor fundamental.

¿Temen que el Gobierno les lleve a los tribunales?

Nos es indiferente. Haremos lo que tengamos que hacer para proteger el sistema educativo gallego, del que tenemos que estar orgullosos. Intentaremos que el impacto de la Lomloe sea el menor posible. Si el Gobierno nos lleva a los tribunales, nos defenderemos. Está demostrado que el Estado pierde muchos pleitos con las CC.AA.

¿La universidad privada de Abanca va a repetir titulaciones respecto a las del sistema público gallego?

Es un proyecto que, dentro del marco legal que existe, tiene todo el derecho del mundo a ser planteado. Hay que intentar que no haya duplicidad que no aporte valor. Un proyecto así tiene que ser útil a la sociedad, y además aportar una libertad de elección. No podemos plantear un debate entre universidad pública o privada. En los países más avanzados de Europa cohabitan. También en la mayoría de autonomías. Unas y otras deben desarrollar un trabajo que posibilite que su alumnado disponga de oportunidades y sean útiles para el país.

¿Ve justificado el miedo o recelo de las universidades públicas ante este proyecto?

No creo que tengan tanto miedo como una situación inédita que las sorprende. Las universidades públicas gallegas han avanzado mucho en los últimos años, tienen estabilidad financiera, renuevan sus titulaciones. Tienen sus problemas, como todos. Pero tienen un gran protagonismo en Galicia y lo van a seguir teniendo. No tienen motivos para albergar miedo.

Ribeira Sacra. El informe del Icomos es bastante negativo. ¿Hay margen para reconducir la situación y lograr la declaración de Patrimonio Mundial?

No es el informe que esperábamos. Es un informe duro que nos sorprendió. Había un gran trabajo técnico detrás, de implicación de la ciudadanía y de las instituciones. Esta es una propuesta mixta desde 2019 entre Xunta y Estado. Ahora tenemos que ver las debilidades. Vamos a retomar los trabajos técnicos, ver qué cuestiones podemos redefinir. Supongo que el futuro, que está ahí, nos dará oportunidad de demostrar que la Ribeira Sacra tiene unos valores excepcionales y universales que le hacen merecedor de ser Patrimonio de la Humanidad. Y añado: no es la primera vez que esto sucede en España. La candidatura está viva. Esto es un bache que tendremos que recuperar. No está nada perdido. Llegaremos más tarde.

¿Qué se puede hacer con las centrales hidroeléctricas del Sil?

Es que eso es una cuestión de cómo inciden en el paisaje, de lectura de integración. La Ribeira Sacra se plantea como un paisaje vivo, con elementos que lo alteran. Tenemos que ser capaces de demostrar que las presas modificaron el paisaje que conforman parte de la Ribeira Sacra. El proyecto no es nada fácil. Como fue tan bien pensamos que no era complejo. Y no es así.

¿Hay previsión de revisar el decreto de plurilingüismo en la educación?

El decreto ha demostrado que funciona. Posibilita que todos los alumnos puedan conocer, dominar, desde la perspectiva lectora, escrita y oral nuestras dos lenguas cooficiales. El sentidiño de Galicia ha evitado los problemas y la crispación social de otras Comunidades.

El nacionalismo les acusa insistentemente de no cumplir con las recomendaciones del Consejo de Europa en materia de lenguas minoritarias

Es un tópico recurrente que viene de serie. El propio Consejo nos reconoce que somos uno de los territorios de Europa con lenguas oficiales con un mayor conocimiento y uso de ambas, y de más normalidad. En Galicia, salvo los extremos, la inmensísima mayoría de la sociedad no entendemos la lengua como un problema.

¿La inmersión lingüística garantiza una mayor presencia de las lenguas minoritarias en la sociedad?

No podemos jugar a la ingeniería social. Las personas hablamos las lenguas que queremos, y las usamos en los momentos que elegimos. Las administraciones tenemos que garantizar un modelo en el que una u otra lengua se conozcan, se tengan las destrezas necesarias para manejarlas, y desde Galicia queremos impulsar la lengua gallega como riqueza propia. Somos el territorio con lenguas cooficiales con mayor porcentaje de uso entre los jóvenes. Podemos aspirar a incrementarlo. Es más. El informe Pisa nos sitúa entre las CCAA que más respeta a otras culturas. Curiosamente, algunas CCAA que apuestan por la inmersión están al fondo de ese índice. El equilibrio, trabajar con normalidad en este ámbito, es también una educación en valores.

Meirás. Los jardines abren a final de mes. ¿Les han dado fecha para el interior del inmueble?

No, no. Nos preocupa que se asiente la idea de que cuando la familia Franco poseía el bien sí se abría, y ahora que es del Estado no se hace. Desde el primer día impulsamos la apertura. Si no, generamos una frustración entre las personas que quieren visitarlo ahora que es público. No tiene justificación que después de seis meses aún tengamos esto sin resolver.

¿Se va a ampliar la declaración BIC para dar cobertura a los bienes muebles del Pazo?

La Xunta no tiene problema en hacerlo. Pero hay una cuestión de interpretación jurídica entre nuestra Asesoría y la Abogacía del Estado. Para tener mayor seguridad y coherencia jurídica, hablamos con el Estado para firmar un acuerdo o protocolo que posibilite que las acciones que se lleven a cabo tengan mayor seguridad. La ampliación de BIC no implica un cambio de propiedad, sino un nivel mayor de protección. La propiedad de los bienes la tendrá que reclamar el Estado por la vía civil.

Parece que se está intentando ganar por la vía administrativa lo que la vía civil ha denegado hasta la fecha. Eso se llama fraude de ley.

Aquí no hablamos de propiedad sino de nivel de protección. Lo dijimos con la biblioteca de doña Emilia. La Abogacía tendrá que buscar las soluciones oportunas para la propiedad.