Ribadeo cobija la «Atapuerca de la arqueología subacuática»

El estudio y el conocimiento de este buque de guerra, que fue construido cerca de Nápoles en 1590 para formar parte de un escuadrón para Felipe II, permite conocer gran parte de la historia naval española. «El ejemplar es único en el mundo, no se había podido investigar nada similar hasta el momento », mantiene el arqueólogo en conversación telefónica con ABC.

«Salvando las distancias, estamos hablando de la Atapuerca de la arqueología subacuática », especifica. La importancia de este yacimiento radica en la importancia de conocer y estudiar «el primer galeón de guerra que se está estudiando en el mundo», suscribe San Claudio. «Queríamos llegar a conocer cómo era la construcción naval en un momento en el que se están produciendo cambios muy importantes, en los que se pasa de una navegación de ámbito costero a ámbito oceánico», explica el arqueólogo.

El equipo de trabajo consiguió localizar y analizar varios de los objetos más importantes del galeón, unos hallazgos que ya se pueden calificar como históricos . Obtuvieron una visión transversal del costado de babor y, además, constataron que el pecio conserva cerca de un 20% de la estructura de la cubierta a lo largo de la eslora en el costado de babor. Unos descubrimientos «que conseguimos documentar por primera vez en la historia del estudio de estos barcos», acota el arqueólogo.

Durante los trabajos en marcha, los arqueólogos también localizaron una cureña naval, un elemento muy novedoso en España. Consiste en un tipo de carro para montar las piezas de artillería, así como una gran cantidad de munición de piedra y hierro. «Conseguimos documentar esta pieza, tan singular, y de la que se conocen tan pocos ejemplos», valora positivamente San Claudio. «Se trataba, ya desde el principio, de un proyecto muy ambicioso y que suscitó el interés de numerosos centros de investigación», asume San Claudio. «Pero ha merecido la pena», reflexiona echando la vista atrás, «porque se trata de un yacimiento único, donde se condesa mucha información que hasta entonces no teníamos y que nos está ofreciendo numerosos avances en este sentido».

Esta investigación pudo constatar que el buque se hundió en Ribadeo, en 1597 , cuando partió, en expedición, con los otros buques con destino Inglaterra. Su objetivo era realizar un desembarco en la localidad de Cornualles, pero no les fue posible. Fue el mal tiempo quien les obligó a regresar y, por motivos que aún se desconocen, el galeón arribó en un barco de arena «en el que permanece aún hoy», especifica San Claudio.

Galicia cobra gran importancia a la hora de preparar planes estratégicos para controlar el Atlántico. «No está en el fin de la tierra, si no en el medio del mar», parafrasea Miguel San Claudio, encargado de la excavación subacuática que terminó este viernes en Ribadeo. « Se trata de un trampolín fantástico para controlar el tráfico marítimo », matiza. «Ese fue el motivo por el que los romanos, y después Felipe II, decidieron establecer su dominio militar y político sobre el atlántico a partir de las ciudades de La Coruña y Ferrol», explica el arqueólogo.