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La primera derrota de Caballero

Con demasiados frentes de batalla abiertos, el regidor olívico da marcha atrás en su bloqueo y convoca el pleno de la Zona Franca que dará luz verde al Campus del Mar

Edificios Faraday (izquierda) y Siemens (derecha) de la antigua ETEA en los que se ubicará el Campus del Mar de Vigo SALVADOR SAS

ANDREA PÉREZ-BOUZADA

Abel Caballero retrocede en la ETEA. El alcalde de Vigo, con más frentes abiertos de los que se pueden manejar con la suficiente artillería, decidió esta semana dar marcha atrás en una de sus batallas más sonadas de los últimos tiempos : el Campus del Mar de Vigo. Así, tras un año de bloqueo en la firma de los convenios que permitirán a la Xunta de Galicia, la Zona Franca y la Universidad de Vigo iniciar las obras en dos emblemáticos edificios de la antigua Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada (ETEA), el regidor olívico y presidente del Consorcio ha claudicado en su pulso y ha convocado el pleno que dará luz verde al proyecto .

Caballero aprovechó una reunión el pasado jueves con el rector de la Universidad, Salustiano Mato, para dar la noticia. El regidor vigués aseguró tras el encuentro que el pleno de la Zona Franca se convocaría el martes, aunque según señaló un día después del anuncio, ha quedado aplazado hasta el miércoles de la próxima semana . El tema resultaba cansino ya a muchos, puesto que los acuerdos que firmarán por una parte la Consellería de Facenda y la Zona Franca, y por otra, esta última y la Universidad, contaban ya desde hace más de un año con el beneplácito de todos los actores implicados. La potestad única, no obstante, de la convocatoria del mencionado pleno recaía sobre Abel Caballero. Y se ha hecho esperar todo un año.

Un tiempo, además, que crecía parejo a la falta de comprensión de muchos ante el eterno –finalmente no fue tal– bloqueo. Tras la reciente reunión con el alcalde, el rector afirmó que si los convenios se hubieran firmado un año antes, las grúas ya estarían trabajando en la ETEA . Si bien, Mato destacó también la felicidad que supone para la institución universitaria este avance y la posibilidad de iniciar el proyecto de forma definitiva.

«En un año se pierden ritmos y tiempo, aunque no hemos tenido consecuencias irreversibles ligadas a fondos europeos. A partir de ahora, de todas formas, podremos solicitar con garantías a la Unión Europea proyectos que sin estos espacios no se podrían llevar a cabo », destacó el rector de la Universidad de Vigo. «Los proyectos que están en curso ahora mismo ya tenían la precaución de no requerir la titularidad de estos terrenos para poder ser desarrollados. Nosotros no pedimos nada para luego tener que renunciar», añadió. En cuanto a los tiempos a partir de este momento, Salustiano Mato recordó que en primer lugar tendrán que firmarse los acuerdos que deberán ser ratificados en Madrid y despúes, elaborarse los proyectos arquitectónicos y licitar las obras. «Para el edificio Faraday contamos ya con el compromiso de la Xunta para ser construido y el Siemens lo llevará a cabo la Zona Franca. El proyecto podrá estar listo en dos años desde el punto cero, que es la firma de la próxima semana», explicó.

Los acuerdos

El pistoletazo de salida lo marcará el acuerdo de recompra de las parcelas 3A y 3B de la ETEA en las que se sitúan los edificios que darán cobijo al Campus del Mar. Además, este convenio incluye varios apartados sobre la reestructuración de la deuda por los terrenos adquiridos por la Xunta en 2009. Así, la Consellería de Facenda, tras compensar el total de la cantidad aún adeudada al Consorcio (14,5 millones) con los 5,5 millones en los que están valoradas estas parcelas y 3,4 millones que adeudaba la Zona Franca a la Xunta por unas obras en Porto do Molle, pagará en cuotas anuales iguales el resto de la deuda ( 5,7 millones ) entre los años 2017 y 2026.

El segundo convenio constituye la cesión gratuita por parte de la Zona Franca de los derechos de superficie de los terrenos a la Universidad de Vigo por 40 años, así como la colaboración en el desarrollo del Campus Científico-Tecnológico de la Ciudad del Mar. Una batalla menos para el regidor olívico . Un paso atrás que permita quizás recobrar fuerzas al Consistorio para otras guerras, como la del Área Metropolitana o la abierta con el presidente del Celta, Carlos Mouriño.

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