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Juicio

El presunto asesino de Ana Enjamio estaba «obsesionado» con ella

Diversos allegados de César A. O. coinciden en señalar el acoso que ejercía sobre la joven

EFE/SALVADOR SAS

R. G.

Varios allegados de César A. O., el presunto autor del asesinato de la joven ingeniera Ana Enjamio (ocurrido en Vigo en la madrugada del 16 al 17 de diciembre de 2016), coincidieron este miércoles en señalar que estaba «obsesionado» con ella. Así lo trasladó uno de sus compañeros de trabajo y amigo, que declaró como testigo ante el tribunal de jurado en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, donde se está celebrando el juicio, y que afirmó que César «estaba obsesionado» con Ana , a la que se refería como «una diosa».

Este testigo, además, confirmó que César le pidió que le enseñara cómo utilizar una aplicación en el móvil para poder saber cuáles de sus contactos estaban manteniendo conversaciones (la Fiscalía sostiene que lo hizo para controlar a Ana y a su exnovio Samuel, con el que había retomado el contacto) . Otra de las compañeras de trabajo del acusado incidió en que éste estaba «muy enamorado» de la víctima y que quería mantener la relación con ella, a pesar de que «unas veces estaban juntos y otras se dejaban». «Era una relación intermitente, pero era evidente que él quería estar con ella», apuntó. Otro testigo, amigo de César, explicó ante el tribunal que «parecía demasiado obsesionado» con Ana, y que incluso le confesó que la había seguido cuando ella estaba con Samuel. También le contó que un día «se le echó encima del coche» (a Ana) y no la dejó salir, informa EP.

En la misma línea, el jefe de Homicidios de la Comisaría de Vigo, que también declaró como testigo, explicó que, cuando mantuvo una entrevista con César, esa mañana del 17 de diciembre en Comisaría, no le contó el motivo del interrogatorio, y se limitó a preguntarle qué había hecho la noche anterior. Este mismo agente se refirió a la tentativa de suicidio de César A.O ., horas después de que hubiera estado en Comisaría declarando, y a la nota que dejó, en la que pedía «perdón» a sus allegados y también a Ana.

Remordimientos

Según declaró este policía, este intento de suicidio se produce cuando el acusado «va tomando consciencia de la magnitud de lo que ha hecho» y pide perdón a la víctima porque «siempre que se le pide perdón a alguien fallecido es para aliviarse, es por algo que se le ha hecho en vida». Con respecto a las diligencias de investigación, este testigo, que fue el encargado de examinar el tráfico de los teléfonos de César y Ana (en el caso de la víctima a través de una tarjeta duplicada porque su móvil nunca apareció), también explicó que, del análisis de las conversaciones, se deducía que mantenían «una relación tormentosa»,.

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