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Cultura

«La policromía se estaba perdiendo; en unos años nos íbamos a quedar sin nada»

Ana Laborde, coordinadora de la restauración del Pórtico, relata los diez años dedicados a devolver el color a la obra del Maestro Mateo

Ana Laborde, coordinadora de la restauración del Pórtico MIGUEL MUÑIZ

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La primera vez que Ana Laborde se enfrentó a la restauración del Pórtico de la Gloria le invadió una sensación de vacío. Después llegaron otras: todas iguales en ese mismo sabor a responsabilidad, pero poco a poco más livianas, más digeribles, a medida que ... la joya románica de la Catedral de Santiago se iba despojando del traje de suciedad e imponía su color , con sus pigmentos de oro puro o su azul lapislázuli. «Es todo un reto y, ¡buf!, se te pone un nudo en el estómago tremendo» , confiesa quien fue, después de Concha Cirujano, la coordinadora de un trabajo «muy, muy difícil» que se ha extendido por diez años; tiempo más que suficiente para que la ópera prima del Maestro Mateo le indujera a más de una reflexión: «El nivel de excelencia de la obra te hace pensar que tú tienes que estar al mismo nivel para enfrentarte a ella» . Lo que un día Otero Pedrayo comparó con la Summa Teológica o la Divina Comedia de Dante era en 2009 un monumento mustio al que había que devolverle su ser, aunque hubiera que transferir el tiempo: para regresar al Pórtico al esplendor de su pasado, decenas de personas gastaron 50.000 horas de su futuro.

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