Plato de pulpo en O Carballiño, nuevo record Guinness

El manjar se sirvió, como es habitual en tierras gallegas, aderezado con aceite de oliva, sal y pimentón. Se alcanzaron a preparar más de 2.000 raciones para deleite de vecinos y turistas que se acercaron hasta la Plaza Maior de la Villa para celebrar el acontecimiento y pudieron disfrutar de una tapa distribuida de forma gratuita por el municipio. El coste que ha supuesto la organización de este evento se cifró en 6.000 euros. Ahora bien, la recompensa obtenida por superar en tiempo y en kilos el record de Bilbao ha sido de 12.000 euros.

Los platos del sabroso molusco acompañadas de pan de Cea, muy apreciado en toda Galicia, y unas tazas de vino del Ribeiro se vendieron al módico precio de cuatro euros. Los comensales podían llevarse el plato de pino en el que se servía el pulpo, como recuerdo .

La «Festa do Pulpo» se remonta al año 1964 en el que tres vecinos convocan a poco más de una docena de amigos para degustar el rico manjar a la orilla del río Arenteiro, en unas improvisadas mesas en el Parque Municipal de O Carballiño. Con los años -debido a su rápido éxito de afluencia con personas de toda Galicia y más tarde del resto de España-, fue declarada de «Interés Turístico» nacional en el año 1972.

El alcalde, después de batir este record, ha afirmado: «El objetivo ahora es conseguir un impulso grande para que sea reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional». Para lograrlo, la Fiesta del pulpo de O Carballiño deberá aparecer en, al menos, 20 medios de comunicación extranjeros y además de contar con algunos años de tradición, requisito que ya cumplen.

El pulpo es, sin duda, uno de los referentes gastronómicos más populares de toda Galicia y un atractivo especial del municipio de O Carballino en particular. Así, no suele faltar en toda fiesta gallega. La tradición secular de cocer el pulpo en O Carballiño encuentra su origen en la Edad Media, debido a la cercanía de la villa con el monasterio de Oseira, que recibía, a diario, el pulpo de otro monasterio benedictino de Marín. Este plato se extendió a lo largo de los siglos por todas las ferias y mercados de Galicia, de ahí su nombre «pulpo á feira».