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BALANCE

Parálisis en las ciudades de las Mareas

Los vecinos padecen las consecuencias de la falta de gestión en temas tan básicos como la reparación de baches

Distintos colectivos han sido arrinconados por los nuevos dirigentes con decisiones sesgadamente ideológicas

M. SUEIRO/A. COCO

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Santiago se ha convertido en un campo de enormes baches en el asfalto Miguel Muñiz

Gestión municipal y presupuestos

Las tres ciudades gallegas gobernadas por las Mareas, coaliciones entre Podemos, nacionalistas e Izquierda Unida, acusan una grave falta de gestión. La sensación de parálisis predomina entre sus habitantes, que sufren la consecuencia de la inexperiencia en problemas tan simples como la reparación de baches. Calles céntricas de Santiago y de sus barrios son un campo de socavones.

Los logros y avances experimentados en La Coruña, Compostela y Ferrol dependen, en su mayoría, de la acción de la Xunta o del Gobierno. Sirvan como ejemplo los nuevos contratos obtenidos por Navantia o las infraestructuras en marcha o inauguradas: estaciones intermodales, museos, reformas en instalaciones claves del Camino de Santiago, aparcamientos... Mención aparte merece la actitud del Ayuntamiento coruñés con dos de las grandes obras que la anterior corporación dejó: los túneles de la Marina y del Parrote que han permitido peatonalizar toda la superficie anexa al puerto deportivo, en el entorno de la famosa plaza de María Pita. El alcalde, Xulio Ferreiro, se enfrentó con la Autoridad Portuaria obstaculizando la entrega de la primera obra, por lo que tuvo que intervenir la Abogacía del Estado, y demoró la apertura del segundo con excusas casi un año.

La Coruña sigue a día de hoy sin presupuestos, aunque esta semana la Marea Atlántica ha alcanzado un acuerdo con PSOE y PP para aprobarlos. En Santiago las negociaciones también fueron difíciles e incluso el alcalde llegó a barajar someterse a una moción de confianza. El PSOE es posiblemente el más crítico con Compostela Aberta pese a que gobiernan gracias a su abstención. Sin embargo, terminó dando aire a Martiño Noriega en uno de sus peores momentos. El caso más paradigmático es, no obstante, Ferrol, donde Ferrol en Común se plantea prorrogar los presupuestos de 2015 y empezar a trabajar en los de 2017 ante su incapacidad para sacar adelante los del actual ejercicio.

La gestión de los tres ayuntamientos está también salpicada de enfrentamientos con numerosos colectivos sociales como consecuencia de decisiones ideológicas. En La Coruña, por ejemplo, se cancelaron las subvenciones para la Temporada Lírica, los toros (incumpliendo un contrato en vigor que acarreaba una indemnización) o la asociación organizadora de las fiestas de San Juan.

Los comerciantes del casco viejo de Santiago sufren desde hace meses problemas con varios indigentes con serios problemas de alcoholismo, que duermen y hacen sus necesidades en plena calle. La cuestión tiene un componente social y otro turístico y ninguno de ellos es solventado por los responsables políticos, que atajan la polémica con descalificaciones hacia la asociación que agrupa a los hosteleros de la zona monumental compostelana. También por motivos ideológicos se retiran las ayudas a la Red Madre. Su ausencia en las celebraciones en torno al Apóstol Santiago en la Catedral o detalles como la falta de previsión en la contratación de las luces de Navidad que estuvieron cerca de imposibilitar la iluminación, son el pan nuestro de cada de día.

Tampoco Ferrol se libra de las polémicas constantes: su alcalde, Jorge Suárez, y el concejal de Cultura fueron fotografiados fumando en una bañera en el Ayuntamiento. Pero si hubo un conflicto que le dio más de un quebradero de cabeza ese fue su enfrentamiento con las cofradías de Semana Santa, a quienes quiso suprimir toda ayuda municipal. El alcalde, criado en Vigo, no supo medir la trascendencia y el arraigo que esta celebración popular mantiene entre los ferrolanos.

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El alcalde de Ferrol y su segunda en el Concello viven enfrentados ABC

Principales crisis de gobierno

La mala relación de las franquicias de Podemos con el PSOE gallego ha condicionado desde el comienzo los actuales mandatos municipales. Solo se ha constituido un gobierno de coalición en la ciudad de Ferrol, mientras que en La Coruña y Santiago los recelos mutuos hipotecan la acción gubernamental. En todo caso, y al margen de la fórmula de colaboración, la fragilidad es una constante. El ejemplo más notorio sucedió cuando el pasado 28 de abril se sometió a referéndum ente los inscritos en Ferrol en Común la continuidad de su alianza con los socialistas. El resultado tampoco sorprendió y los populistas decidieron dar una nueva oportunidad a sus compañeros.

Tanto en Santiago como en La Coruña la posición del PSdeG está condicionada por la fuerte división del partido en Galicia. La hostilidad comenzó siendo visible en Santiago con airadas intervenciones de su portavoz y con el voto en contra en temas como la subida del IBI. La convocatoria de las elecciones generales moduló su posición inicial por orden de la dirección. También en La Coruña hay división en el seno del grupo municipal. De los seis concejales, cuatro se oponen a un pacto global con el alcalde, mientras que dos ediles díscolas mantienen contactos.

De manera simultánea se suceden episodios de falta de previsión que repercuten en áreas tan sensibles como los comedores escolares. En Santiago, el curso escolar comenzó con este servicio prorrogado. Ninguna de las empresas quiso hacerse cargo de la concesión y finalmente se prorrogó el contrato hasta el verano con un sobrecoste de 170.000 euros entre quejas de los padres.

En Ferrol, Suárez se enfrentó el pasado verano a la Xunta por la gestión de las aguas residuales, que obligó a cortes de suministro durante varios días por un episodio de contaminación. El regidor optó por devolver la tasa de saneamiento a los vecinos debido “al mal funcionamiento de la depuradora”.

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El número de desahucios cayó en 2015 un 3,5 por ciento ABC

Número de desahucios practicados

El número de desahucios descendió en Galicia un 3,5 por ciento durante 2015. Frente a los 2.519 lanzamientos practicados en 2014, el año pasado terminó con 2.432. La Xunta lidera la batalla contra esta problemática social a través de medidas como acuerdos con las entidades bancarias para evitar desalojos por impagos de alquiler o hipotecas, ayudas en su abono, asesoramiento jurídico o la creación de un registro de viviendas vacías. El Ejecutivo gallego acusa a los ayuntamientos de las Mareas de no apoyar algunos de estos programas a pesar de llevar en sus programas estos aspectos.

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El intento de Ferreiro de adelantar el cobro del IBI fue anulado EFE

Impuestos

Los gobiernos de los tres ayuntamientos pusieron en marcha una subida generalizada de las tasas e impuestos municipales. Solo la oposición en La Coruña y Santiago logró suavizar el tasazo. Son comunes en las tres urbes los gravámenes a las viviendas vacías y a los coches con cilindradas medias y altas, pero los planes de una subida del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en Santiago se truncaron. La oposición acusó de “voracidad recaudatoria” al regidor, que buscaba así 4 millones de euros. En esa ocasión, los socialistas se opusieron e impidieron que el “tasazo” se consumase.

Otro de los incrementos más polémicos tuvo lugar en La Coruña. Ferreiro pretendía incrementar el IBI en los terrenos portuarios, lo que provocó una rechazo generalizado al entender que podría causar un grave daño a la actividad económica. Finalmente, la Marea dio marcha atrás y aprobó una alegación referida a la Lonja , que le permitirá una bonificación del 50% del gravamen.

No obstante, la mayor polémica se produjo con el adelanto en la recaudación del IBI. Unos 60.000 coruñeses con sus recibos domiciliados estuvieron a punto de ver cómo se les cobraba esta tasa por segunda vez en menos de seis meses. Finalmente, el alcalde, debido a la presión social, rectificó.

El bipartito ferrolano redujo el IBI del 0,66 al 0,63% para los particulares, pero las empresas salieron muy perjudicadas. Las propiedades industriales soportarán un tipo de hasta el 0,80% y también entrará en vigor una subida generalizada del Impuesto de Actividades Económicas.

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Martiño Noriega, en la entrada del Ayuntamiento de Santiago Miguel Muñiz

Casos de amiguismo

Las Mareas no han sido noticia por casos de enchufismo. Sin embargo, en el Ayuntamiento de Santiago sí se han dado situaciones de amiguismo. El borrador de los presupuestos incluía ayudas económicas a organizaciones relacionadas con ediles que hasta ahora no las recibían. Sucedió con tres concejales que forman o han formado parte de las ejecutivas de instituciones beneficiadas.

Se trata de la titular de Políticas Sociales, que fue secretaria del Colegio de Psicología de Galicia para el que se reservaban 18.000 euros frente a los cero de 2015. También con la responsable de Igualdad, que participó activamente en la Oficina de Igualdad de la Universidad de Santiago impartiendo cursos y formando parte de su dirección. Para este organismo se consignaban 20.000 euros. Similar situación se ha dado con el concejal de Educación, quien durante años lideró el Seminario Galego de Educación para a Paz, una institución que pasa de cero a 2.000 euros.

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Los alcaldes de La Coruña, Santiago y Ferrol EFE

Formación y peculiaridades

Los alcaldes de Ferrol, Santiago y La Coruña pronto comenzaron a imponer su sello personal en la gestión municipal. Ninguno de los tres presenta semejanzas en el fondo y en la forma con sus antecesores y desde el comienzo, con su vestimenta y gestos, trataron de marcar distancia con ellos. El alcalde de Compostela, médico de profesión y respetuoso con la institucionalidad, va vestido con una gorra; el procesalista coruñés Ferreiro siempre lleva camisa de cuadros y manga larga y el regidor ferrolano viste con atuendo informal y poco cuidado. En este caso la anécdota adquiere la condición de categoría, pues hacen “militancia” de su vestimenta y de sus gestos como viajar en bus urbano o renunciar a los coches oficiales. Sus asesores tampoco pasan desapercibidos: el jefe de Gabinete de Ferreiro hizo públicas sus impresiones sobre la oposición y sobre algunos de los funcionarios del Palacio de María Pita y los equiparó con los “orcos”. Fue reprobado en un pleno.

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Agustín Hernández, líder del PP en Santiago de Compostela Miguel Muñiz

Papel del bipartidismo

La nueva composición de los ayuntamientos provocó cambios en PP y PSOE, salvo en Santiago. El portavoz del PP y exalcalde, Agustín Hernández, lidera la oposición a Noriega y realiza una intensa actividad. Asumió el liderazgo del PP local y mantiene un contacto permanente con los vecinos. Por su parte, el portavoz del PSOE, Francisco Reyes, continúa resistiendo, aunque es consciente de que su oportunidad pasó y el partido busca relevo para una ciudad que fue plaza fuerte del socialismo.

En La Coruña, el exregidor Carlos Negreira abandonó la política y se dedica a la empresa privada, y la oposición descansa en Rosa Gallego. También hubo cambios en la portavocía socialista: Mar Barcón continúa como edil, pero no es la portavoz mientras trabaja por su supervivencia política.

Y finalmente, en Ferrol, el culebrón lo protagonizan el alcalde Suárez y la teniente alcalde, Beatriz Sestayo, con sus declaraciones cruzadas y las amenazas de ruptura. El anterior regidor, José Manuel Rey Varela, dio el salto a la política autonómica y es conselleiro de Política Social de la Xunta.

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Busto de Don Juan Carlos en la fachada del Concello de Ferrol EFE

Ranking de medidas absurdas

La creación de una Concejalía de Bienestar Animal no se ha traducido en nada palpable para los perros o gatos de Santiago. Tampoco parece muy efectiva la medida de llevar los plenos del Ayuntamiento de La Coruña a las tardes para facilitar que los ciudadanos puedan acudir, decisión que perjudica la conciliación familiar. Propuestas incluidas en su programa como “hacer de La Coruña una ciudad tolerante con el nudismo” han quedado por el momento olvidadas.

Una de las situaciones más absurdas se vivió durante la Carrera de la Mujer, criticada por la concejala de Igualdad porque las participantes vestían camisetas rosas y la organización les regalaba revistas del corazón y productos cosméticos, elementos tachados por ella de machistas y cliché.

La intentona de Ferrol en Común de de retirar un busto del Rey Juan Carlos de la fachada del Consistorio generó también gran polémica en la ciudad. Finalmente no se llevó a cabo.

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