Un libro analiza las diferentes miradas a Santiago en el cine del siglo XXI

«El cine puede luchar» contra estos males «contando nuevas historias». Que Santiago tenga pilares religiosos y xacobeos no significa que esa sea la única realidad de la ciudad. De hecho, la mayoría de sus habitantes, en su día a día, en corta medida se relacionan con la tradición: « Santiago se fundó con la tumba del Apóstol, pero hay otras Compostelas más allá de la peregrina », opina la investigadora. No obstante, el tratamiento que han hecho de la ciudad las diferentes películas no ha sido siempre igual.

López ha diferenciado tres apartados diferentes en los que encasillar las diferentes obras que estudió. Por un lado investigó las películas ‘O lapis do carpinteiro’, de Antón Reixa; ‘Trece badaladas’, de Xavier Villaverde; y ‘Doentes’, de Gustavo Balza, todas ellas adaptaciones literarias. Descubrió que con estos filmes del siglo XXI hay un cambio de dinámica con respecto a las adaptaciones de las décadas anteriores: las nuevas películas se inspiran en libros más actuales y de autores propiamente gallegos.

La historiadora también incluye en el libro, cómo no, películas directamente relacionadas con el Camino de Santiago. La ruta ya no se hace únicamente con un objetivo religioso, como en el pasado, sino que hay otros además de los espirituales, sobre todo turísticos; las películas y series también los reflejan, y las administraciones, sabiendo del poder del cine, lo impulsan todo lo que pueden. Eso ocurre con ‘The way’, el film de 2010 de Emilio Estévez protagonizado por su padre, Martin Sheen. En palabras de Yolanda López, básicamente fue una « película promocional del Camino que contó con grandes subvenciones de la Xunta ».

Algo similar sucede con la recientemente estrenada ‘3 Caminos’, una serie de Prime Video. La serie «no deja de ser una campaña publicitaria». De hecho, señala la autora que, en lo relativo a las producciones televisivas, éstas están todavía ancladas en el pasado, repitiendo clichés sobre la ciudad y siguen «vinculadas a un modelo anticuado». Las series pueden ser o bien publicidad turística, como la citada de Amazon, o siguen el típico costumbrismo, como ‘Hospital Real’, indica López.

Hay una tercera clasificación fílmica en este estudio: la ciudad transitada. Las historias de la gente de Santiago, romances y dramas cotidianos contemporáneos. Este estilo «nunca se había practicado antes» y es más «cercano a la identidad» de los santiagueses. En ‘Compostela no cinema’, además, López incluye entrevistas con cineastas como Jorge Coira, Fernando Cortizo, Camilo Franco o Antón Reixa, y asegura que «compartieron muchas impresiones que se escapan a los clichés turísiticos» de la capital.

Sí es cierto, claro, que las ambientaciones en el casco antiguo de la ciudad son más habituales que en el ensanche, pero hay «una mirada crítica al turismo voraz» y se exploran otras localizaciones. ‘Dos fragmentos/Eva’ muestra por primera vez el Parque de Bonaval en una película. También cobran importancia las cafeterías y bares compostelanos en ‘18 Comidas’. En general, las historias «están más presentes» en el día a día.

Sin duda, la imponente ciudad siempre tendrá un papel en la historia. « El espacio es protagonista , aporta a la narración», aclara López.