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Tribunales

«Muérete», asesta una puñalada a su oponente para zanjar una discusión de tráfico

La Fiscalía pide nueve años de prisión para el acusado. El enfrentamiento surgió a la salida de un aparcamiento de La Coruña

Accesos al aparcamiento desde la calle en la que tuvo lugar la agresión

ABC

Una discusión de tráfico que terminó en una cirugía de urgencia, 17 días de incapacitación y secuela sen forma de ansiedad y temblores. La Audiencia Provincial de La Coruña juzgará este jueves al acusado de agredir con un arma blanca con el que se enfrentó a la salida de un parking. Los hechos ocurrieron en junio de 2018, en la capital herculina. El procesado, según consta en el escrito de calificación, se encontraba en el aparcamiento que da a la calle Mariscal Pardo de Cela cuando se topó en la zona de acceso con M. P. L. No se conocían pero «de manera inopinada», según hace constar el Ministerio Fiscal, y tras una discusión por temas de tráfico, el acusado sacó una navaja de 9,5 centrímetros (cuatro de hoja) y asestó una puñalada a su víctima. Este acto, sostiene la Fiscalía, se llevó a cabo «con la intención de matarle» o, en su defecto, a sabiendas de que «podía causarle la muerte». Mientras asestaba el golpe, recoge el Ministerio Público, el procesado se dirigió a su oponente con expresiones como «jódete» y «muérete».

La puñalada causó «una herida incisa en la axila izquierda con laceración de vena basílica, sección muscular y pérdida sanguínea muy importante», por lo que la víctima precisó atención urgente en el Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña, con «tratamiento quirúrgico bajo anestesia general para cerrarle la herida, curas diarias y profilaxis antibiótica». También necesitó 17 días impeditivos y de hospitalización. Además de la una cicatriz en el lugar de la puñalada, la víctima arrastra «un ligero temblor de mano izquiera y ansiedad por la situación vivida» .

La Fiscalía acusa al procesado de un delito de homicido en grado de tentativa o, en su defecto, un delito de lesiones, por los que pide, en el primer caso, nueve años de prisión y prohibición de acercarse o comunicarse con su víctima. Asimismo reclama una indemnización al agredido de 480 uros por los cuatro días de hospitalización, 1.190 por los 17 días impeditivos, 1.500 por las secuelas y 30.000 por daños morales. En paralelo, se fija la responsabilidad de indemnizar al Sergas en la cantidad equivalente a las atenciones prestadas a la víctima.

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