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Alberto Varela - Crónicas Atlánticas

De mudanza

El problema de las Mareas no se soluciona mudándose, sino decidiendo de una vez qué quieren ser

Alberto Varela

Caminar sobre arenas movedizas es siempre una mala idea. El suelo puede parecer estable pero cuando los pies se empiezan a hundir la única solución es escapar. De igual modo, los edificios con cimientos débiles se levantan en un periquete y pueden parecer iguales a los construidos como Dios manda, pero más pronto que tarde se acaban notando las fragilidades. Cuando finalmente se viene abajo la estructura, todos se preguntan cómo se les ocurrió meterse ahí. Ya tardaron las Mareas en volver a hablar de reconstrucción de espacios, de regeneración de proyectos y de repensar las confluencias. Los últimos en llegar a la política gallega son los primeros en envejecer y la renovación que plantean ahora no es sólo de cambio de caras o de logos sino de relaciones entre facciones.

Hace tiempo que es evidente que en el rupturismo gallego hay cosas que no funcionan bien. En Marea genera más insatisfacciones que beneficios, pero vistos los antecedentes es más que dudoso que lo que decidan en los próximos meses solucione las taras de la idea original. A los mismos que no les convenció AGE se embarcaron sin pensarlo en En Marea, y por no pensarlo bien repitieron los mismos errores; improvisación, exceso de egos y coincidencias más en lo que odian que en lo que proponen. Con los mismos ingredientes es difícil mejorar la receta.

Ahora al edificio le están saliendo grietas y quieren abandonarlo, pero se irán a vivir a otro levantado en iguales o peores condiciones. Materiales más baratos y sin certificado de eficiencia energética. Los que se llevan mal ahora seguirán siendo vecinos puerta con puerta y los problemas no se van a desvanecer. Pueden quedar ocultos durante unos meses con la ilusión del nuevo hogar, pero en cuanto pase ese entusiasmo inicial las rencillas volverán, el aire se viciará de nuevo y regresarán las frustraciones de los que quieren mandar y no les dejan. El problema de las Mareas no se soluciona mudándose, sino decidiendo de una vez qué quieren ser . A quien odian ya lo sabemos, qué proponen ellos no ha quedado aún claro.

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