María Jesús Lorenzana: «Entre 70 y 90 millones del rescate a autónomos van a volver al ministerio»

Galicia cerró el año con una reducción del 19,52% del paro. ¿Está satisfecha la Consellería con estas cifras?

En niveles de paro nunca se puede estar satisfecho porque tenemos 152.000 parados y hay mucho que trabajar. Sí es cierto que dentro de la situación que podría haberse dado, Galicia se recuperó muy bien. Bajamos el paro todos los meses, salvo uno, y diciembre cerró con la cifra de paro más baja de toda la serie histórica. Son unos datos buenos. Hemos conseguido recuperar todo el empleo, pero hay todavía dificultades evidentes de muchos colectivos, como mujeres o personas con discapacidad. Es donde estamos incidiendo. Nuestro objetivo cuando llegamos era mantener la actividad. Ahora, con toda la prudencia, parece que el mercado laboral en Galicia se comportó bien y se comportó mejor que la media nacional.

Los sindicatos señalan, sin embargo, que el paro bajó menos que en el Estado. Los datos anuales dicen, de hecho, que la caída fue del 19,52 y del 20,12 en España.

La diferencia es prácticamente inexistente, la del último mes sí es evidente pero porque Galicia fue bajando todos los meses. Hubo varios meses que Galicia bajaba y el Estado no. La media de paro es la misma, estamos hablando de unas décimas. Pero nosotros subimos en afiliaciones, en contrataciones, según los datos de la EPA estamos en una tasa de paro mejor...

¿Fue una buena idea, entonces, el recurso a los ERTE que implantó el Gobierno central?

Sí. Para paliar la crisis, había que hacer dos cosas para mantener la actividad empresarial. Una era ese mecanismo de suspensión del empleo y otra eran los rescates, la inyección de dinero a empresas o autónomos a fondo perdido para mantener los restantes gastos y que no cerrasen negocios consolidados. La parte de los ERTE, que hizo el Ministerio de Trabajo, se hizo bien, sí es cierto que hubo críticas a que fueron lentos al principio. Galicia se complementó porque fuimos capaces de articular un convenio con los bancos para que se adelantase el dinero. En una pandemia la Administración no estaba preparada para eso. Yo creo que eso funcionó bien y ha estado funcionando hasta la fecha bien.

¿Y los rescates?

Se tramitaron desde la Vicepresidenta económica y el Ministerio de Hacienda. Fue una gestión nefasta y lo sigue siendo. Tardaron muchísimo en decidir qué era necesario y cuando por fin lanzaron un plan, en marzo del año pasado, no tenía ningún sentido. Tenía una serie de requisitos que era más fácil incumplir que cumplir. No sé si lo hicieron por desconocimiento o a propósito para que no llegue el dinero y haya que devolverlo. Nosotros sacamos en seis meses dos planes de rescate, tramitamos 80.000 expedientes y pagamos 80 millones de euros. En todo este tiempo el Estado no está. Cuando por fin saca esta norma, se impide a las empresas concurrir si no tenían deudas impagadas, con lo que la gente que había tirado de sus ahorros o de la ayuda de sus familiares podía tener todas las deudas pagadas pero estar arruinado y no podía participar de estas ayudas. Ahora terminó el plazo en diciembre y todavía va a haber que devolver dinero. Galicia somos una de las comunidades que tenemos la ejecución más elevada, porque flexibilizamos todo lo que pudimos. Pero la norma exige que ese dinero vuelva al Estado.

¿De cuánto dinero podemos estar hablando?

Todavía no está cerrado, porque estamos finalizando los últimos pagos. En todas las comunidades, salvo las islas que hicieron un régimen diferente, va a sobrar dinero. Si los sumas es mucho. Eran 5.000 millones para las comunidades peninsulares. A Galicia le correspondieron 234 millones y entre un 30-40%, unos 70 y 90 millones, habrá que devolverlos. Ese dinero tendría que llegar a los autónomos y a las empresas y va a tener que volver al ministerio. Lo único que pedimos es que ese dinero lo deje para los autónomos, que nos permitan volver a sacar otro plan. Me parece tremendo que un dinero que iba destinado a darle liquidez a todas las actividades empresariales se tenga que devolver.

¿Para controlar esta sexta ola se podrían haber impuesto entonces más restricciones en hostelería, por ejemplo, pero compensando a las personas que no pueden trabajar por culpa de estas medidas?

Efectivamente. Cuando esto estalló nosotros lanzamos planes con mucho dinero. El año pasado, en el presupuesto de la consellería, teníamos 315 millones y 80 se dedicaron a dar dinero a fondo perdido, porque era lo mejor que se podía hacer. No tiene sentido que yo me dedique a dar subvenciones para contratar a tres trabajadores por cuenta ajena si la empresa quiebra. Hay sectores como la hostelería que todavía están afectados. Se puede identificar qué sectores han tenido mayores pérdidas y hacer un plus de indemnización para ellos. La clave es exigir el compromiso a quien recibe la ayuda de mantener la actividad y el empleo.

¿Qué grado de preocupación tiene la Consellería ante el gran incremento de bajas laborales por Covid?

La reducción del confinamiento a siete días es mejor para el tema laboral y se están automatizando las altas y las bajas para que esto sea un procedimiento más ágil. Había una ausencia de regulación para bajas superiores a cinco días. Por la presión de las comunidades, el ministerio se pronunció en un tuit, no de una manera oficial. En Galicia se ha articulado dentro del sistema informático para que esto se pueda agilizar. Cada vez que hay un pico de contagios afecta a las bajas pero creo que también hemos avanzado mucho en el teletrabajo, no estamos como estábamos hace un año.

Pero parece que no acaba de calar en las empresas y administraciones. Hay gente a la que no le dejan teletrabajar siendo contacto de un positivo, por ejemplo.

Es un nuevo modelo que se estaba instalando poco a poco y de repente llegó la pandemia y se instaló a un 150%. Tiene que ir calando en la mentalidad de los empresarios, de quien dirige los equipos y también de los trabajadores. El modelo al que deberíamos de ir, porque parece que es el más eficaz y rentable, es el híbrido, donde se compatibilice la presencia en las oficinas con el teletrabajo. Todo parece indicar que el teletrabajo al 100% aísla mucho socialmente. Yo creo que el teletrabajo va a funcionar, que es una herramienta magnífica que nos va a dar más posibilidades para la conciliación o la compatibilidad de tiempos, para ser más eficaces. Pero no puede sustituir al trabajo presencial al 100%.

¿La reforma laboral pactada con sindicatos y patronal rebajará la temporalidad y la precariedad?

Sinceramente, creo que o nada o muy poco. Cuando este Gobierno llega al poder prometen una derogación de la reforma de 2012, que es una reforma que mejoró las cifras del paro de una manera muy relevante. Prometieron una cosa que no tiene nada que ver con lo que han hecho. Ante la presión mediática electoral han matizado unos artículos. La consecuencia de cómo han ido dilatando los tiempos es una inseguridad grandísima para los mercados y las empresas, el runrún era que continuadamente estamos haciendo una reforma laboral. Si tú eres una empresa y no sabes a qué te vas a atener, cómo vas a contratar, por prudencia a lo mejor te mantienes sin crecer. Se ha generado una desconfianza en el mundo laboral enorme.

¿Y en cuanto al contenido?

Afecta a dos cosas, a la temporalidad de los contratos y a la negociación colectiva. Parece que ahora se han inventado el contrato fijo discontinuo y que acaba de aparecer la indefinición de los contratos como regla general en el régimen laboral español; esto no es así, ya existía. Lo que han hecho es eliminar el contrato de obra y servicio y a los otros dos contratos darle otras denominaciones y ajustar un poco los tiempos. ¿Como va a funcionar? Por lo que dicen las empresas, pese a que la CEOE lo haya pactado, a muchas les va afectar de una manera grave, porque tienen obras o servicios, no se va ajustar bien la actividad de sus trabajadores con el contrato fijo discontinuo. Yo creo que aquí lo importante es que se actúe intentando ver los contratos temporales que están en fraude, pero eso ya estaba regulado. En la parte de la temporalidad creo que han reducido la flexibilidad que había y no sé si la finalidad de acabar con la temporalidad encubierta va a mejorar. Es una reforma que parte de la base de algo que ya había. La parte de la negociación colectiva dependerá del convenio del sector que haya. En resumen, pienso que de arreglar, arregla muy poco, que lo que reclamaban los sindicatos, de las indemnizaciones por despido que se habían reducido, lo han dejado, que el tema de que entrásemos las administraciones a los ERE tampoco se ha tocado. Los puntos conflictivos y que reclamaba la parte social no se han tocado. Es una reforma de imagen y no de fondo. Lo grave es que su finalidad no es realmente mejorar el mercado laboral, es cumplir con un compromiso electoral.

¿Ha habido respuesta al requerimiento al Gobierno por el reparto de los fondos de empleo que denunció Ayuso?

A día de hoy no.

¿Se va a ir a la Justicia?

En este tema se han hecho comentarios de que lo que estábamos intentando es hacer ruido que a mí me molestan. Nosotros presentamos en diciembre el requerimiento y si quisiéramos hacer ruido mucho antes que la Comunidad de Madrid hubiésemos dado una rueda de prensa. Hemos informado a los medios cuando se nos consulta a raíz de que Madrid presentó el recurso. Esto tiene que quedar muy claro. No me caracterizo por hacer ruido, lo que tengo que defender es a Galicia, estuviese el PP, esté el PSOE o Podemos. Igual que puedo decir que los ERTE fueron buenos, los fondos para Galicia no se están tramitando como deberían. Cuando hacemos el requerimiento se habla de la cantidad de dinero, porque son 9 millones.

No se ha dicho cuánto le correspondería a Galicia.

Aquí hay una cuestión primero. Son fondos del mecanismo de recuperación de los Next Generation que tiene asignados el Ministerio de Trabajo. Son fondos de políticas activas de empleo, que el Ministerio no tiene competencias para gestionar, su única labor es repartirlos. ¿Qué hizo con respecto de estos fondos? Se está quedando con una parte relevantísima sin repartir. Nos imaginábamos que ese dinero lo estaba reservando para repartirlo de manera arbitraria entre ayuntamientos y comunidades que políticamente le interesan y es lo que empezó a hacer. No se trata de 9 millones, pudo coger 100. Esos fondos los tiene que repartir en la conferencia sectorial, no se puede sentar un día en el Consejo de Ministros y decidir que los manda a Navarra, a la Comunidad de Valencia, al País Vasco... En la exposición de motivos se justifica el envío de dinero a Navarra, por ejemplo, por su situación geográfica específica pirenaica, para hacer un programa piloto de empleo juvenil.

El Gobierno dice que se podrían poner en marcha después en Galicia.

Hemos tenido que escuchar al delegado del Gobierno decir que estábamos perjudicando a Galicia porque esto era un programa piloto que si luego salía bien nos iba a venir el dinero a Galicia. Nosotros hemos presentado al Estado un programa que estamos empezando este año, los polos de emprendimiento rural, que encajarían perfectamente. Este programa nuestro vale 155 millones y estamos a la espera que digan si nos lo financian. Es una forma de actuar como un cacique, yo tengo el dinero que me está dando Europa y lo reparto a comunidades afines. Es que vamos a ver, Yolanda Díaz está intentando que la reforma laboral salga adelante pactando con el PNV.

¿Confía en que los Next Generation palíen la crisis industrial y que la fábrica de fibras textiles o de tratamiento de purines se construyan?

Creo que Galicia ha identificado proyectos que podrían traer más actividad y empleo. Si envían el dinero son proyectos maduros. Espero que hagan un reparto de una manera justa. La problemática mayor que tiene Galicia en el empleo ahora es en la industria, porque no se ha hecho una transición energética justa.