Hazte premium Hazte premium

Juan Soto - El garabato del torreón

Montes y Lugo

Las autoridades competentes han convertido al maestro en un culo de mal asiento

Juan Soto

Vuelve el busto de Montes, con su pedestal a rastras, a buscar acomodo urbano en Lugo. Que la gazmoña afición local no nos lo tome a mal: las autoridades competentes han convertido al maestro en un culo de mal asiento .

Alguien tendrá que escribir algún día acerca de la patológica relación de amor-odio entre Lugo y su compositor más significado y significante («consustancial»: dijo su pariente Varela Lenzano). Quien mejor podría hacerlo, Juan Bautista Varela de Vega , ya no está entre nosotros. Cuando peleaba por sacar adelante su monumental «Juan Montes, un músico gallego» se cansó de llamar a cuantas puertas lucenses pudieran estar interesadas en una obra que hoy, treinta años después de su publicación, nos sigue pareciendo definitiva. Concello, Diputación, delegaciones, instituciones culturales: nadie le echó una mano. El trabajo acabó siendo editado, para vergüenza nuestra, por la Diputación de La Coruña.

Es reciente todavía la venta a un particular de muchos papeles relacionados con Juan Montes (hemos manejado montones de autógrafos del músico y de sus correspondientes: nunca se llamó Xoán, sino Juan y, a veces, Juanito). Antes, la vendedora buscó comprador entre algunas sociedades e instituciones: no lo encontró. No interesaban a nadie. Entre esos papeles, una carpetilla rotulada como «Subasta de objetos y facturas para enterrar a Juan Montes del Orfeón Gallego». Pobre Montes. Ni para los gastos de entierro tuvo el compositor de «Negra sombra».

La iniciativa de erigir un monumento a Montes no fue municipal, sino del Círculo de las Artes. En el Círculo se recogieron y se entregaron los boletines de suscripción para costear la obra. Se conservan casi todos, debidamente cumplimentados de puño y letra por los interesados, con especificación de cantidades y, a veces, con curiosas sugerencias a pie de folio.

El penúltimo episodio de esa relación de amor-odio entre Lugo y su músico la estamos viviendo ahora: Montes fue promotor y primer director de la Banda de Música. El Concello, ese que acaba de anunciar un nuevo traslado del monumento, es el mismo que se ha dedicado concienzudamente a la tarea de que esa banda quedase extinguida. Y lo peor es que ha alcanzado el objetivo.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación