El Gordo, «un final feliz» para una familia de O Grove que fue asolada por el Covid

Este 2020 fue un año muy difícil para los agraciados. El covid les pilló de lleno, Paula incluso estuvo ingresada varias jornadas en el hospital a causa del virus, «fueron días muy duros», confiesaba aún emocionada. Su hija sigue recordando con cierto dolor la preocupación que tuvo en aquellos momentos. «Mi padre [que estaba trabajando y solo pudo salir a celebrarlo cinco minutos] y yo también nos contagiamos del virus, lo pasamos a la vez que ella, pero más leve», apunta a este diario. Es una de tantas vidas de las que el covid decidió adueñarse, al menos, durante unas semanas. Aunque esta, al menos, «tuvo un final feliz» , reflexionaba la joven agraciada.

No se lo esperaban y sus ojos no podían disimularlo. Ni siquiera podían creerselo. Tal vez abrumadas por la situación, solo querían ir a casa, a celebrarlo con su familia, en la intimidad, con la hermana de Paula, Nuria y su madre, Amelia, que se acercaron hasta la administración para celebrar con ellas. No obtuvieron el premio, pero «ellos se lo merecían», confesaba Nuria. «Prácticamente no podían ni contarme lo que pasaba », explicaba plica, también emocionada. «Cuando levanté el teléfono, al principio, pensaba que era una broma, que me estaban engañando; cuando vi que no podían seguir hablando y que se echaban a llorar, ya entendí lo que pasaba», reconocía. No obstante, Alexia tardó un tiempo en darse cuenta de que el boleto premiado estaba en su casa. «Al principio yo escuché: ' Tocó en O Grove ', pero lo que menos pensé es que me fuese a tenerlo yo en mi casa», recordaba aún con mucha emoción acumulada.

Una alegría que también compartieron con Manuel Rodríguez y su familia, que regenta la administración número 1 de O Grove, abierta por el abuelo de la familia, en 1981. Ellos no se habrán llevado los 400.000 euros por décimo que otorga el premio, pero la ilusión de haber repartido tanta suerte parece compensarlo todo. Descorchó emocionado el champán y, con la misma alegría, aunque también un poco abrumado, departía amablemente con los vecinos que, aunque tampoco se llevaron el premio, se alegraban por el éxito de Manuel. «Enhorabuena, os lo merecéis», se escuchaba constantemente en los alrededores del establecimiento. Unas felicitaciones que iban para él, que año tras año repartía suerte y este 2020, por fin, y de forma inesperada, llevó el premio a diez casas grovenses.

Lo cierto es que no sabe a quien vendió la serie premiada, aunque sí es consciente de que nadie se llevó la serie entera. A partir de ahí, y más allá de las afortunadas premiadas, Paula y Alexia, el resto es un misterio. Manuel piensa, no obstante, que fueron vendidas a gente «del pueblo» . Así que sí, a pesar de que O Grove es una de las zonas más turísticas de Galicia, la pandemia ha conseguido que, al menos al parecer de uno de los loteros más felices de la Comunidad, este año, el premio se quedó en casa. Tampoco es el primer premio que vende en su administración, aunque nunca había conseguido dar con el Gordo. El año pasado, en 2019, vendió el tercer premio, el famoso 750 . «Este se ha vendido más rápido, creo», confesaba.

Este 2020 está siendo duro, complicado y difícil para la gran mayoría de españoles. La pandemia y todos los estragos ocasionados por ella hacen incluso olvidar, en ocasiones, que hay otros problemas de salud. Tal vez por eso a Manuel este premio, el más grande que han repartido en los casi treinta años de historia de la administración, le hace especial ilusión. La enfermedad que su mujer padece desde hace años, y que la obligó a estar «ingresada en mayo, junio y julio» le hace ver de otra forma alegrías como estas, y le hace disfrutar de ellas, tal vez, desde otra perspectiva. Así lo expresaba emocionado al dejar a un lado el champán y serenarse: «Tal vez no es mi mejor momento pero claro que sí, aunque no toque en casa, es una gran alegría».

En el establecimiento de venta de lotería también estaban el hijo, el hermano y la sobrina de Manuel, disfrutando del éxito que, entre todos, habían conseguido. Porque lo suyo es un negocio familiar, que ha pasado a una nueva generación a la que las dificultades, le han hecho más fuertes. Tal vez no hayan ganado los 400.000 euros, pero su alegría, al repartir suerte y felicidad, también es inmensa.