El gastrónomo de culto que servía garrafón

Para poder probar la experiencia gastronómica del Don Alex, en la localidad coruñesa de Cerceda, hay que tener reserva. Solo pueden acceder aquellos que están dados de alta en una lista de clientes de la casa. Los nuevos comensales llegan por primera vez al local de la mano de alguien que ya esté registrado. El restaurante de culto, famoso por sus interminables comidas, las charlas de su propietario Alex Estévez y sus maridajes, se ha visto envuelto ahora en una operación coordinada por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Madrid relacionada con la falsificación de bebidas a gran escala.

Según informa «La Voz de Galicia», durante este martes agentes de la Guardia Civil de Madrid y de La Coruña registraron el establecimiento hostelero y la vivienda de sus propietarios situada en el piso de arriba . Localizado en una localidad de apenas 5.000 habitantes, que se encuentra a 26 kilómetros de La Coruña, por el Don Alex han desfilado buena parte de los críticos gastronómicos del país para probar sus sorprendentes recetas.

El exterior del establecimiento recuerda más a un típico bar de pueblo que a un restaurante de alta gama y al acceder al interior la impresión se confirma. Pero el local cuenta con un comedor reservado para los festines gastronómicos donde se sirven los platos que prepara Elena, la mujer del propietario, y dueña de los fogones. Cuentan los que lo visitaron que es normal que el menú se elabore tras una charla en la que Alex Estévez averigua los gustos de los comensales . La experiencia puede llegar a prolongarse durante seis u ocho horas. El establecimiento es famoso también por su interminable carta de vinos y otras bebidas espirituosas.

La operación judicial, q ue al parecer se desencadenó por la denuncia de una conocida marca de bebidas, continúa abierta y se extiende por otras localidades españolas . Según informa La Voz de Galicia en el registro los guardias retiraron del establecimiento al menos un ordenador y varias cajas, supuestamente de vino, entre otros objetos, en el que podría incluirse también dinero.