Los ganaderos gallegos señalan a las marcas que menos les pagan

El último informe de costes de producción elaborado por el Ministerio de Agricultura señala que en Galicia el litro de leche les cuesta a las explotaciones 0,35 céntimos. El estudio no recoge las últimas subidas de precios que afrontan los ganaderos, pero aún así «las industrias mayoritarias en Galicia lo están pagando a 0,29 céntimos », denuncia UU.AA. Tras llevar a cabo protestas ante las sedes de Lactalis y Capsa en Galicia, UU.AA. contó el fin de semana del 20-21 de noviembre con el apoyo simbólico de la distribución. El sindicato logró que las principales cadenas se comprometiesen a retirar de sus estanterías los productos de estas industrias. Pero aún así, los ganaderos se personaron en distintos supermercados de Santiago de Compostela para comprobar si se cumplía lo prometido y en algunos de ellos tuvieron que retirar ellos mismos los productos que seguían a la venta. Desde el Sindicato Labrego Galego (SLG) ponen el foco sobre todo en Lactalis y también piden el boicot a sus productos.

Responsables del sindicato ya se han desplazado a algún supermercado en Lugo para informar a los consumidores de que la multinacional francesa con dos fábricas en Galicia (en Vilalba y Nadela) paga la leche a pérdidas. Desde el SLG piden que se dejen de comprar productos de la marca Galbani, President, Puleva, Lauki, RAM, El Castillo, Gran Capitán, Flor de Esgueva, el Ventero o Chuf. «En general sentimos el apoyo de los consumidores», explica la secretaria xeral del SLG, Isabel Vilalba. «Los precios han subido en los supermercados y somos dos los eslabones perjudicados: los consumidores y los productores» , subraya. La opinión de LactalisEl boicot a las marcas que menos pagan se produce como herramienta de presión de los ganaderos en un momento que se están negociando los nuevos contratos lácteos que estarán vigentes los próximos meses. El campo gallego espera nuevas subidas de precios en enero, sobre todo en los piensos que representan la mayor parte de los costes de producción. Los ganaderos afirman que sólo les ofrecen un céntimo de subida. Lactalis asegura que «por las normas de competencia que rigen en nuestro país no podemos hablar públicamente de precio». Pero la principal industria láctea afirma que a ellos también le está afectando las subidas de productos. «La espiral alcista de la energía y de los materiales (envases, embalajes, energía, carburantes, plásticos, cartón, tasa de punto verde…) nos impacta de lleno, con incrementos superiores al doble dígito que no se han visto reflejados en el precio de venta de la leche al consumidor», aseveran fuentes de la compañía a ABC.

«Es necesario poder llegar a acuerdos que garanticen la sostenibilidad económica de toda la cadena láctea, porque todos los eslabones nos necesitamos entre sí», apunta la multinacional francesa. Lactalis rechaza el boicot que piden los ganaderos. «Acciones de esta naturaleza, boicots, incidentes violentos… no contribuyen a encontrar soluciones sistémicas, estructurales, para el sector», apuntan. «En ocasiones se ven alentadas, además, por intereses que responden más a los problemas de representatividad que actualmente afectan al sector primario que a las reivindicaciones directas relacionadas con el sector lácteo. Aumentar la tensión en un momento de por sí muy difícil no aporta» , concluyen. A diferencia de otras crisis lácteas, por el momento el sector no ha logrado convocar acciones de protesta conjunta en Galicia.

El colectivo Agromuralla, que aglutina a unos 400 productores lácteos sobre todo de la provincia de Lugo y alguno de La Coruña, fue uno de los primeros en dar la voz de alarma sobre la situación. A principios de este mes sacaban sus tractores a las calles de Lugo para denunciar la venta a pérdidas tras la subida de los costes de producción. «Yo tengo una explotación de cien vacas, en el último mes he pagado el doble por la luz .Tuve una factura de 1.058 euros frente a los poco más de 500 del año pasado», explica José Luis Pérez, presidente de la asociación de ganaderos. El pienso, «que supone el 40% de todos los costes ha pasado de 29 a 33 céntimos el kilo y se espera que siga subiendo», denuncia. Desde Agromuralla no han optado de momento por llamar al boicot de consumo y consideran que el principal problema siguen siendo las marcas blancas que tiran los precios a la baja y los supermercados usan como reclamo para que los clientes acudan a los supermercados. Como acción de protesta plantean una huelga de entregas de leche, coincidiendo con la huelga del transporte. La idea es dejar desabastecidos los supermercados de cara a la Navidad . «A ver si logramos así que desde el Gobierno nos hagan caso», indica Pérez.