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José Luis Jiménez - Pazguato y fino

Galicia ya tiene su «cobra»

Era necesario abandonar el estado de esquizofrenia en que estaba instalado el Parlamento durante la pasada legislatura

Feijóo junto a su madre al finalizar la sesión de investidura en el Parlamento gallego MUÑIZ

Maliciemos, que de eso se trata. Al debate de investidura le faltaba su penalti no pitado, la jugada polémica, y nos la regaló Ana Pontón negándole dos besos a Alberto Núñez Feijóo en el momento de felicitarle por su elección como presidente de la Xunta. ... Mucho mejor dar la mano, consideró la dirigente nacionalista dando incluso un paso para atrás. Una «cobra» en toda regla, ahora que está tan de moda la expresión. La anécdota no es sino la metáfora de lo vivido ayer en el Parlamento: un Feijóo dispuesto a darle cariño a la oposición dejando atrás las ruidosas diferencias del pasado que, sin embargo, es rechazado con cajas destempladas para mantener las distancias.

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