Galicia pide que la PAC favorezca a las explotaciones agrarias pequeñas

La Consellería de Medio Rural firmó esta mañana con distintas organizaciones del sector en Galicia un documento que recoge las exigencias de la Comunidad ante la nueva PAC que se negocia en Bruselas . Galicia se muestra contraria al recorte del 10% del presupuesto de la Política Agraria Común para el nuevo periodo y pide que «como mínimo» se mantengan los fondos existentes en la actualidad . Desde el sindicato Unións Agrarias, uno de los firmantes del documento, consideran imprescindible que no haya recortes. Si se tiene en cuenta la inflación, calculan que los ganaderos gallegos van a perder un 7% de dinero aunque no se reduzca el el presupuesto.

Con este escenario de recortes, el sector cree imprescindibles otro tipo de medidas que permitan repartir mejor los fondos que llegan de Europa. Para favorecer a las explotaciones más pequeñas, la Comisión ha propuesto establecer un tope máximo de 100.000 euros por explotación, pero Galicia reclama que esta cifra sea aún menor y llegue como mucho a los 60.000 euros . En los últimos diez años las ayudas europeas han dejado en Galicia, más de 2.600 millones de euros y cada explotación recibe de media 5.800 euros anuales. Otra de las medidas que reclaman las organizaciones sindicales es que los conocidos como agricultores de sofá , aquellos propietarios que reciben ayudas pese a no cultivar sus tierras, dejen de percibir subvenciones . El acuerdo firmado recoge la necesidad de «consensuar» dentro del plan estratégico que realice cada estado la figura de «agricultor genuino», es decir, el que efectivamente trabaja en el campo.

La Xunta y las principales organizaciones del campo también se muestran e n contra de la propuesta de la UE de que cada estado miembro otorgue directamente una parte de las ayudas. «Rechazamos cualquier posibilidad de renacionalización», afirma el documento, que defiende que la PAC sea una política común dentro de Europa. «Podrían darse casos de competencia desleal con productores de diferentes países» , indica Javier Iglesias, de Unións Agrarias. Sin embargo, otras organizaciones como el Sindicato Labrego Galego rechazaron sumarse al acuerdo porque sí apoyan que cada territorio pueda otorgar directamente subvenciones a sus productores.