Galicia necesita este mes 70 litros por metro cuadrado para esquivar la sequía

«Desgraciadamente no se espera este volumen de precipitaciones», explicó ayer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Francisco Marín, quien se mostró prudente dado que las predicciones a largo plazo nunca son del todo fiables. Las provincias del interior han sido este año las peor paradas por la ausencia de precipitaciones. A un mes de clausurarse el año hidrológico, la Agencia Estatal de Meteorología explicó ayer que la falta de lluvias acumulada desde el 1 de octubre de 2016 hasta el 29 de agosto de 2017 supera ampliamente el 25 por ciento en Galicia y otras regiones del noroeste peninsular, así como en Canarias. Pero en los municipios que se abastecen de los ríos gestionados por la Confederación del Miño-Sil el déficit de precipitaciones se sitúa ya en el 40%. «Si en septiembre no llueve o llueve por debajo de 70 litros por metro cuadrado, que es lo más previsible, estaríamos en el año hidrológico más seco desde 1982», subrayó Francisco Marín.

Los embalses de esta cuenca se mantienen en niveles del 57% mientras en los de Galicia-Costa, el nivel del agua sube hasta el 71,2%. Sin embargo, ambos valores son inferiores a la media habitual por estas fechas. Aunque no de forma generalizada, los problemas de suministro han llegado ya a algunas zonas, sobre todo a núcleos pequeños de población que se abastecen de manantiales actualmente secos. Desde principios del verano numerosos ayuntamientos han publicado bandos instando al uso responsable del agua, que podrían endurecerse si finalmente se decreta la alerta por sequía el próximo mes de octubre.

Esta situación provocaría que se tomasen distintas medidas como modificar las leyes de explotación de los embalses para garantizar el abastecimiento, restringir usos no prioritarios o reducir el riego de jardines y el baldeo nocturno. Desde la Confederación de Galicia-Costa, dependiente de la Xunta, informaron ayer de que se llevará, ya durante este mes, un especial control de las cuencas situadas en el centro y en el sur, que presentan los caudales más bajos . Los ríos pequeños como el Castro, el Grova o el Miñor son de los más afectados, pero también bajan con menos agua de lo habitual el Ulla o el Tambre.

La conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, se refirió ayer a la «circunstancia realmente atípica» en cuanto a escasez de precipitaciones que se ha vivido este año. En una visita a la carpa promocional de los parques naturales de Galicia en La Coruña, Mato subrayó que en todo caso, que «los embalses de abastecimiento de todas las ciudades tienen agua suficiente » y «la situación más llamativa es en el caudal de los ríos». La conselleira aseguró que permanece la prealerta para mantener un control exhaustivo y continuar con las recomendaciones de consumo responsable de agua.

Greenpeace

La organización ecologista Greenpeace también se refirió ayer a la falta de precipitaciones en la Comunidad gallega. Su buque insignia, el Esperanza, recaló ayer en La Coruña para presentar el informe «Los villanos del clima» en España, que identifica a los responsables del calentamiento global. Los ecologistas alertaron de que en el futuro habrá más casos de sequía y déficit de lluvia, principalmente en el noroeste peninsular, si no hay «ambición» política para frenar el cambio climático . Para denunciar la contaminación que se genera, subrayan que «ninguna» central térmica española cumple los límites de emisión que se exigirán a partir de 2021.

En rueda de prensa, Tatiana Nuño y Sara Pizzinato, expertas en cambio climático y transición energética, respectivamente, junto al capitán del barco, Fernando Romo, reclamaron políticas que «favorezcan el desarrollo sostenible» y lamentaron las que en esta materia se están promoviendo en España, informó ayer Ep. El Esperanza permanecerá atracado unos días más en el puerto coruñés para posteriormente iniciar un recorrido por el Mar Cantábrico bajo el lema «Misión salvar el clima».