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Galicia celebra la buena salud de su Estatuto sin perspectiva de reformarlo a corto plazo

Los tres presidentes de la Xunta vivos coinciden en identificar los dos grandes retos de futuro para la Comunidad: la cuestión demográfica y la productividad de las empresas

Feijóo, Pérez Touriño y González Laxe este martes en el Hostal de los Reyes Católicos Miguel Muñiz
Jesús Hierro

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Ha habido consenso entre los tres presidentes de la Xunta de Galicia vivos en identificar y alabar los cimientos y paredes maestras que sostienen el Estado de Bienestar en la Comunidad: la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía . Los tres han coincidido en señalar también que Galicia ya no se puede entender sin Europa. Las diferencias entre el popular Alberto Núñez Feijóo y los socialistas Emilio Pérez Touriño y Fernando González Laxe han sido de matices. En la profundidad de los cambios que necesitaría el sistema, no específicamente la Constitución o el Estatuto, sino el marco general, que habría que «actualizar», «perfeccionar» o «reformar» .

La Escola Galega de Administración Pública (EGAP) no eligió al azar el escenario para reunir a tres de los cinco presidentes de la Xunta –dos de ellos, Manuel Fraga y Gerardo Fernández Albor, ya fallecieron– para la conmemoración del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía. En el Hostal de los Reyes Católicos de Santiago en 1980 se fraguó un consenso –el 'pacto del hostal'– que permitió acabar aprobando al año siguiente un Estatuto de 'primera división' frente a las pretensiones del Gobierno central de mutilarlo. Y hoy, el mismo lugar ha servido para celebrar la buena salud de la 'carta magna gallega' y su autogobierno. «Yo creo que hay un modelo propio de autogobierno gallego. Yo no lo cambio por ninguno» , ha reivindicado Feijóo.

Ni Touriño, que gobernó Galicia en bipartito con el BNG entre 2005 y 2009, ni González Laxe, que presidió la Xunta entre 1987 y 1990, han puesto en duda la rotunda afirmación de Feijóo. «A Galicia no le interesa, para nada, un sistema de cupo» –del tipo del vasco o en navarro–, aseveró Pérez Touriño. Y este ha apostado también «por reequilibrar» el sistema de financiación autonómica, ámbito sobre el que González Laxe ha lanzado una sentencia muy aplaudida por Feijóo: «La financiación autonómica es inefectiva y el sistema premia a quien lo incumple» . Y el actual mandatario gallego ha incidido en que el nuevo modelo tendrá que tener en cuenta factores como el envejecimiento y la dispersión de la población. Precisamente, Feijóo, Touriño y Laxe han coincidido también en que la cuestión demográfica es, junto a la necesidad de aumentar la productividad de las empresas, el gran reto de futuro para Galicia. Y para ello, ha aseverado Feijóo, es imprescindible una política «planificada» de inmigración.

Vigencia de la Constitución

Los tres históricos presidentes autonómicos han reivindicado la vigencia de los cimientos legislativos. «Tenemos que celebrar los 40 años del Estatuto. Todo esto es gracias a la Constitución de 1978. Somos hijos de la a veces tan denostada Transición democrática », ha reflexionado Touriño. Y los tres han coincidido también en la necesidad de cambios, aunque con diferencias en cuanto a su intensidad o enfoque.

Touriño ha apostado por «fortalecer, mejorar y reforzar el estado de las autonomías» . Feijóo, que ha coincidido en que Galicia tenga más competencias –ha puesto como ejemplo la gestión del litoral–, cree también necesario otros cambios «simultáneos». «Más competencias, sí, pero una actualización de la legislación básica del Estado, también» , ha añadido el presidente de la Xunta.

Lo que no parece que vaya a reformarse a corto plazo es el ahora conmemorado Estatuto de 1981. Que no hay consenso lo han certificado las tres fuerzas del arco parlamentario gallego –PP, BNG y PSdeG– en una mesa redonda en el Hostal previa a la de los presidentes. El portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy; el líder de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, y el diputado nacionalista Luís Bará han constatado que sus posiciones están muy alejadas para cambios que requieren de un amplio consenso.

«Es difícil ponernos de acuerdo en estos momentos» , ha admitido Puy, recordando las fracasadas negociaciones entre las tres fuerzas en 2007 para la reforma del Estatuto. «No fuimos capaces de ponernos de acuerdo entonces con el BNG y hoy es aún más difícil», ha considerado el portavoz popular, que ha recordado que los nacionalistas no pretenden su reforma sino «otra cosa» .

Esa «otra cosa» es –lo ha recordado Bará– abrir «un debate sereno» sobre «el estatus político de Galicia» . El portavoz nacionalista admite que en sus orígenes el Estatuto tuvo una «fase expansiva», pero ha lamentado que en este aniversario falte «autocrítica». Y Gonzalo Caballero, que ya había apostado en el Debate sobre el Estado de la Autonomía por abrir el melón de la reforma, se ha reafirmado en ello: «Sería positivo que Galicia abordase el reto de reformarlo, no para rechazar lo positivo, sino para actualizarlo» .

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