Un fondo del mar libre de «basuraleza»

« Este año la recogida ha sido muy positiva, pero sigue siendo escasa », apunta Basilio Otero, Presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores. Este lucense, aunque ya no sale a faenar, es consciente del esfuerzo de los profesionales por intentar salvar los fondos marinos: «Nosotros somos los primeros que debemos salir y dar ejemplo», confiesa en conversación telefónica con ABC. «Para nosotros es un honor, y también es necesario que sigan saliendo adelante este tipo de proyectos», insiste Otero, además de añadir que «así conseguimos que el producto también gane calidad». «Necesitamos que la gente se conciencie, que ponga en valor la importancia de lo que hacemos»; y, para aumentar esa concienciación de cara a la ciudadanía, en 2020 se analizó la basura marina recogida por parte de la flota.

Un aprendizaje que parece indispensable, más aun después de una pandemia como la provocada por el coronavirus, aunque asegura que no les afectó tanto en las aguas del norte como en las del Mediterráneo. La irrupción del virus no frenó el trabajo de los pescadores gallegos, que siguieron saliendo a faenar a pesar de que el mundo parecía pararse a su alrededor. «Tuvimos suerte porque nos coincidió con dos campañas que son muy favorables —caballa y atún—», explica. « Con la llegada del virus nuestro objetivo pasó a ser mantener el proyecto , queríamos centrarnos en que se cumpliesen las labores y reflejar el compromiso con la iniciativa», explica Marín. No obstante, la idea es seguir creciendo en un proyecto que ni el coronavirus pudo frenar. «Nuestro objetivo es, por supuesto, seguir aumentando los puertos gallegos que se adhieran a la iniciativa», asume la responsable del proyecto en Ecoembes. «Tenemos muy claro que la limpieza no es la solución, pero nos da la oportunidad de que se visibilicen y educar», sentencia.

Pero, ¿qué ocurre con los residuos que se recogen de los fondos marinos? Una vez los pescadores los rescatan, los llevan a unos contenedores donde seleccionan el tipo de basuraleza. Realizada esta separación, los productos llegan a tierra y, una vez allí, tratan de convertirlos en otros productos reciclados. Y ahí es donde entra el trabajo de la empresa de moda sostenible Ecoalf, que es capaz de elaborar prendas de alta calidad con las mismas propiedades técnicas y diseño que los productos no reciclados. Lo consiguen tras esa clasificación de los residuos con algunos como, por ejemplo, los plásticos PET. Después de tratarlos se convierten en granza, que permite la elaboración de hilo con el que se terminan de fabricar los productos textiles por parte de la empresa, que posteriormente serán comercializados. « Se trata también del fomento y utilidad de la economía circular », añade Marín.

Todo ello gracias a este proyecto de recogida de basuraleza que no solo es un éxito a nivel gallego, sino que en toda España consiguió reunir mas de 180 toneladas de basura gracias a más de 2.600 pescadores que trabajan en 40 puertos.