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Fisac: de la teoría a la práctica

POR EVARISTO AMADOLA CORUÑA. Los protagonistas de los omnipresentes sectores de la construcción bien podrían tomar nota de las charlas que hasta mediados de febrero se sucederán en la Fundación Luis

ABC La exposición «Fisac.Huesos Varios» en su paso por Castilla-La Mancha; ahora está en Galicia

POR EVARISTO AMADO

LA CORUÑA. Los protagonistas de los omnipresentes sectores de la construcción bien podrían tomar nota de las charlas que hasta mediados de febrero se sucederán en la Fundación Luis Seoane de La Coruña. La institución inauguró en la tarde de ayer un ciclo de conferencias que complementan el montaje «Miguel Fisac. Huesos varios» y muestran las aplicaciones de las novedosas técnicas de construcción promovidas por los diseños de hormigón pretensado del arquitecto manchego en la búsqueda del abaratamiento y la mayor seguridad en las obras.

El ciclo de conferencias en la Fundación Seoane, homenaje póstumo al autor con motivo de la exposición iniciada el pasado 14 de diciembre, se abrió a las 19 horas con la participación de dos de los últimos colaboradores de Fisac.

Los arquitectos Fernando Sánchez Mora y Sara González, que llegaron a colaborar con el autor en sus últimos trabajos, explicaron los principios de la «arquitectura vertida» que desarrollaron en los últimos años de vida del arquitecto. Ambos están llevando adelante la última patente de Fisac, con varios objetivos principales: rebajar el coste de la vivienda e incrementar la seguridad mediante la minimización de hormigonados y andamios y transformando el proceso de trabajo en un mero ensamblaje de piezas prefabricadas, las famosas «vigas hueso», rellenándolas a posteriori con hormigón líquido en la obra.

Los diseños de Fisac, Sánchez Mora y González comenzaron a cobrar cuerpo a partir de 1999. En los últimos siete años de vida del Premio Nacional realizaron juntos una serie de edificios: el polideportivo de La Alhóndiga (Getafe), seleccionada para la Bienal de Arquitectura de Venecia (2004); el nuevo mercado de Abastos de Daimiel (reforma); o el edificio Huella, en el sector 14 de Albacete, que junto con un edificio de viviendas sociales en el ensanche vallecano son las dos primeras construcciones erigidas bajo los principios de la «arquitectura vertida».

Una experiencia líquida

La arquitectura vertida es una experiencia líquida. Hace un cuarto de siglo, Fisac definía la arquitectura en el Congreso de la Federación Internacional del Hormigón Pretensado en Estocolmo como «un trozo de aire humanizado». Su idea era emplear el único material que llegaba en forma líquida a la obra para perdurar en estado sólido, el hormigón, para componer (vigas huecas) y rellenar formas previamente diseñadas y alejadas de formatos tradicionales.

Apostaba por abandonar el mimetismo de los materiales tradicionales y crear espacios con una expresividad propia, «antropomórficos, correctos y a la medida del hombre y de la sociedad humana».

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