Fernández Galiño toma posesión como Valedora do Pobo, «último tren para los más desfavorecidos»

Un acto breve, al que han acudido el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el presidente de la Cámara, Miguel Santalices, el delegado del Gobierno, Javier Losada, miembros de la Mesa, senadores, diputados en el Congreso y el Parlamento autonómico, y otras autoridades y representantes de ámbitos como la judicatura.

Fernández Galiño, al igual que al comparecer ante la Comisión de Peticións el pasado lunes, ha subrayado que hará del «feminismo la seña de identidad» de su labor , que consistirá en «luchar contra la violencia de género en todas sus manifestaciones, contra el acoso moral, laboral y escolar, contra las formas contemporáneas de esclavitud, contra todas las formas de discriminación, atender a las personas más desfavorecidas, emigrantes retornados y personas inmigrantes, promover los derechos digitales de las personas, promover los derechos fundamentales con instituciones fuertes y sólidas, el derecho al medio ambiente y la sostenibilidad».

La nueva Valedora ha hecho hincapié en que es «necesaria una labor de divulgación e impulso para dar a conocer el funcionamiento interno de la institución y el alcance de los derechos, pues solo aquello que se conoce se puede ejercer o reclamar». «Cuando todos los trenes ya pasaron, la Valeduría do Pobo es el último tren, especialmente para las personas más desfavorecidas (...) El combustible de ese tren no puede ser otro que los derechos con vocación universal que reconocen la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Galicia, en línea con las declaraciones, convenios y pactos internacionales de Derechos Humanos».

El acto lo ha cerrado Santalices con una breve alocución donde se ha mostrado seguro de que Fernández Galiño desempeñará su cometido « con la prudencia, el acierto, la vocación y el rigor que carcterizó toda su extensa e intensa hoja de servicios como servidora pública». Asimismo, se ha felicitado por el «ejercicio de consenso que hizo posible esta designación. Bienvenido sea este consenso, que ojalá llegue para quedarse, porque es una demanda de la ciudadanía que haríamos muy mal en ignorar».

En alusión al pacto PP-PSOE para cerrar la crisis de la Valedora do Pobo, el presidente del Parlamento ha incidido: «Ningún escenario político, ninguna estrategia electoral cortoplazista puede interponerse entre las demandas sociales y las instituciones. La gente demanda acuerdos, demanda consenso en los asuntos importantes».

También se ha congratulado porque, en un momento, a raíz de la última crisis, donde se «llegó a cuestionar mantener la institución» de Valedor do Pobo , «por fortuna Galicia se mantuvo al margen» de este debate «e incluso reforzó las competencias», en lo que ha calificado de «apuesta acertada».

Santalices ha dedicado también unas palabras a Milargos Otero, quien dejó formalmente su puesto la semana pasada tras permanecer casi cuatro meses de forma interina, tras anunciar su renuncia por un nombramiento anulado por la justicia. El presidente de la Cámara ha apuntado que la Valedora saliente, tomando «prestadas las palabras del escrito de despedida» de la propia Otero, desempeñó el cargo « desde la lealtad, la responsabilidad y la honestidad (...) que le requerían ».