Felipe González reclama «proyectos de país» que no remitan a 2050: «Nadie se lo cree»

González ha intervenido este miércoles en Santiago en el cierre de la XXVI reunión plenaria de la Fundación Círculo de Montevideo, bajo el epígrafe «El mundo en pandemia». Entre las reflexiones con las que ha prologado las ideas que plasmó el martes, ha advertido de que el Covid «ha alterado el normal funcionamiento del Estado de Derecho», al demandar la ciudadanía una defensa, frente al virus, que se traduce en «poderes extraordinarios» que no se transferirían en una situación normal.

Yendo a cuestiones de máxima vigencia, ha advertido de que la pandemia no acabará en Europa mientras la vacunación no se extienda plenamente a África y otras zonas deprimidas del mundo. En este sentido, ha apelado a un «egoísmo inteligente y organizado» , porque existe una amenaza global mientras persistan grandes zonas sin inmunizar. «No quiero que sea usted extraordinariamente solidario, sea inteligente».

González aboga por una «competitividad cooperativa»: «Hagamos un ejercicio de egoísmo inteligente»; ha insistido, «organicemos esto a nivel internacional». En su línea crítica, ha censurado que «no estamos tratando la pandemia como pandemia», al abordarse como un «problema de protección nacional» o de «espacios públicos compartido», como a nivel europeo. En este sentido, ha recogido el guante lanzado por Ricardo Lagos, expresidente de Chile, quien previamente ha puesto como ejemplo la lucha contra el cambio climático para pedir que, anualmente, se celebren grandes foros donde se aborde la pandemia de forma global.

También han tomado la palabra durante un coloquio de más de dos horas, pilotado por el presidente de la Fundación Círculo de Montevideo, Julio María Sanguinetti, Carlos Slim, Alberto Ruiz Gallardón, Enrique Iglesias, Natalio Botana, Carlos Pagni, Carlos Magariños y Martín Santiago. La clausura institucional ha corrido a cargo del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quien les ha agradecido su « reflexión calmada frente al histrionismo que invade las instituciones » europeas, españolas e iberoamericanas.

Feijóo ha celebrado que, aunque no con la «intensidad» que le gustaría, «los países y los dirigentes han aprendido del pasado» y «no han cometido errores de otras épocas», como en anteriores grandes crisis, «a pesar de las mareas populistas», a las que «han resistido» las democracias como han logrado con el coronavirus. En todo caso, ha advertido de que la democracia es «objeto de acechanzas de todo tipo», y ha insistido en que «no se defiende sola». Una tarea que les corresponde a los demócratas «en primerísima persona». El presidente gallego ha remitido a hitos como la conformación de la Unión Europea, la transición española y el Estatuto de Autonomía. «Santiago es sinónimo de peregrinación y Camino, y peregrinar por el camino de la democracia siempre es un buen peregrinaje», ha remarcado.

En lo tocante a la vacunación, ha coincidido con González, pues, si bien cree que «estamos navegando con un cierto éxito» en términos globales, de la pandemia, persiste una «enorme tarea pendiente», que no es otra que «universalizar el acceso a la vacuna». «Es indefendible que países del primer mundo (...) dejen caducar miles y miles y miles de dosis de vacuna sin anticipar esa vacuna al resto de la población mundial », ha sentenciado.

Por su parte, el magnate mexicano Carlos Slim se ha mostrado «optimista», dado que cree que «lo que deja esta pandemia va a ser positivo», más allá de un «delicado» balance en forma de muertes y afectación económica. En la esperanza de que se lleven a cabo las «correcciones correspondientes», ha asegurado que el virus ha supuesto « un despertar, un sacudimiento», que desea que lleve a una «mayor racionalidad y mayor orientación» . En lugar de una «confrontación económica a nivel mundial», con China y Estados Unidos en cada uno de los extremos, «hacer una guerra contra la pobreza», ha demandado.

« La pandemia vino a sacudir las cosas, soy más bien optimista en general, no hay mal que por bien no venga », ha remarcado, «ha hecho reaccionar el mundo, ha acelerado los procesos de investigación y desarrollo de la tecnología como nunca se había visto». En el apartado de críticas, ha cargado contra las «burocracias poco útiles» que «no han resuelto ningún problema», apuntando directamente hacia los diversos estamentos internacionales. «Mucho ruido y pocas nueces, no se ven resultados». Una excepción ha puesto: la lucha contra el cambio climático.