Ethel Vázquez: «Audasa debería dar ejemplo y pagar impuestos como los demás»

—...¿le toca siempre bailar con la más fea?

—Me gustan los retos. Todos esos asuntos son oportunidades de trabajar por Galicia en materia de infraestructuras y darle más oportunidades a los niños y a las familias gallegas. Es un lujo poder aportar en todas esas materias.

—Tercer trimestre de 2019. ¿Más que la fecha de llegada del AVE es la fecha de un alivio?

—La Alta Velocidad es desde luego un auténtico objetivo de país. Lo que estamos es cansados de muchos retrasos, muchas fechas distintas. Que queremos que se cumpla la palabra. Tenemos del ministerio un compromiso fuerte, una muy buena receptividad para sacar adelante esto. Hablamos de fechas claras, realistas. Han desbloqueado en tiempo récord 17 tramos y se viene a confirmar lo que veníamos diciendo: un año de bloqueo político afecta a todo, también a las infraestructuras.

—¿Qué puede hacer una administración cuando una empresa bloquea prácticamente una infraestructura tan importante?

—No sé si fue un asunto de empresa, desconozco los motivos. Yo creo que eran en diferentes tramos diferentes tipos de cuestión. Un Gobierno en funciones no tiene las plenas facultades para resolver, por ejemplo, expedientes administrativos, jurídicos... y eso tiene consecuencias económicas.

—¿Hubo que «tirar de las orejas» a Fomento para que, una vez que se formó Gobierno, desbloqueara el AVE?

—Hicimos lo que corresponde a una comunidad autónoma: estar muy preocupados por fechas concretas. Y desde luego, como nos corresponde, ser un pueblo exigente, porque así nos sentimos. Yo confío. El ministro tiene un equipo que conozco al frente de Adif. Está la jefa de Obras, Isabel Pardo de Vera, gallega. Conozco su capacidad técnica y de horas para el trabajo.

—Uno de sus compañeros, Celso Delgado, decía que el AVE a Galicia es «una obra que durará siglos», ¿siente la responsabilidad?

—Es un reto técnico, económico y a todos los niveles, incluso personal. Estamos hablando una obra muy compleja de túneles, de viaductos muy altos... Y por supuesto opino lo mismo que Celso Delgado.

—Rajoy anunció la semana de los PGE inversiones por 4.000 millones en Cataluña. En Galicia nos tuvimos que conformar con menos, ¿la lealtad institucional no tuvo premio?

—Los Presupuestos sitúan a Galicia en la segunda comunidad en inversión absoluta y per cápita. Galicia tiene un 6% de la población y los PGE destinan un 11%. Es mucho más de lo que vienen reclamando el BNG, que presumía de reclamar las inversiones para Galicia. Ellos solicitaban un 8%. Estamos hablando de 900 millones en inversión que si sumamos las obras de Rande y la ampliación de la AP-9 en Santiago superan los 1.000 millones. Yo apelo a la responsabilidad, porque si no se aprueban, después que no se reclame que el AVE puede sufrir otro retraso.

—Tendremos, sobre el papel, un 32% menos, ¿qué proyectos se pueden quedar en un cajón?

—Velaremos porque se ejecuten. Como dijo el presidente de la Xunta, si se ejecutan tendremos un presupuesto magnífico.

—El AVE se retrasa, ¿y las intermodales?

—Son ejes sobre los que pivota nuestra «legislatura del transporte». Estamos totalmente implicados. Tenemos lo más importante, que es el dinero, gracias a un trabajo de gestión importante ante Europa. Antes de 2020, creo que los gallegos podrán disfrutar de alguna.

—¿Se acabaron las obras megalómanas en las estaciones?

—Me remito a los dibujos, los diseños y que la gente opine. Yo, por mi etapa de ingeniera, tengo clarísimo que en función del tipo de terreno y la orografía unas obras cuestan una cosa u otra. Todos debemos aprender de la crisis y debemos apostar por proyectos eficientes.

—Audasa prevé obtener beneficios y subir peajes, mientras las obras de Rande están ahí y siguen produciéndose atascos, ¿hay un abuso?

—Primero, tenemos una alternativa al AP-9 importantísima y pública: el Eje Atlántico. Apuesto porque el ciudadano utilice nuestro «metro en superficie». En segundo lugar, la subida de los peajes es consecuencia de los acuerdos del Gobierno Zapatero y José Blanco, que blindaron el derecho a Audasa a repercutir sobre el peaje las obras de ampliación de Santiago y Rande. ¿Sobre eso? A mí no me gustan los peajes, como a cualquier ciudadano.

—¿El traspaso es una herramienta para conseguir reducir los peajes?

—Para el Ministerio de Fomento hay muchas AP-9, para nosotros solo hay una, la que conecta el 60% de la población. Como gestión directa, tenemos más capacidad de respuesta para velar por la calidad del servicio. Es muy buena noticia que en el Parlamento exista unanimidad para pedir el traspaso porque para nosotros solo hay una, y en Fomento tienen que velar por muchas.

—¿Qué ventajas se pueden ir consiguiendo en la comisión bilateral con Fomento?

—Hay uno importantísimo. La Xunta de Galicia lleva pagando desde 2006 seis millones de euros anuales por el trafico de A Barcala y O Morrazo. A día de hoy, 60 millones de euros en fondos propios. Hemos conseguido en la comisión que el Estado asuma en su totalidad y, por tanto, liberar a los gallegos de los 180 millones que quedan por pagar. Y también, enterarnos de forma directa de cuestiones de la AP-9 y no por la prensa, como avances concretos en las obras, previsiones de licitación…

—¿Tiene que pagar la AP-9 el IBI a los concellos?

—Es un tema legal. Si tiene que pagar el IBI que lo pague, lo que no puede ser es que Audasa quiera sus derechos antes que sus obligaciones. Audasa debería dar ejemplo en pagar sus impuestos, como pagamos los demás.

—Rutas de transporte, ¿será mejor ir olvidándonos de la parada del Castromil en cada aldea de Galicia?

—Es una asignatura pendiente. Hablamos de concesiones diseñadas a principios del siglo XX que no están dando respuestas, sobre todo en el rural. Es el momento de modernizar el mapa y esos problemas que tuvimos el año pasado lo estamos viendo como una oportunidad. Lo queremos hacer aprendiendo de la crisis, aprovechando sinergias, como el transporte escolar, en el que la Xunta está invirtiendo 120 millones. Tendremos contratos zonales, no líneas individuales.

—¿Cómo se trabaja con Vigo?

—Vigo es de las ciudades en las que más hemos invertido y en la que yo más tiempo he dedicado para sacar los proyectos adelante. Es cierto que tenemos problemas, teniendo un Concello que en vez de aceptar propuestas, solo protesta.

—¿Hay cierta frustración?

—Cuando tienes un Concello que solo pone palos en las ruedas, es muy difícil, pero también obtienes más satisfacción cuando consigues sacar las cosas adelante.