Una empresa de Orense, obligada a pagarle a sus trabajadores una comida por la festividad de la patrona

Ahora la justicia falla que esa comida se ha convertido en un derecho de los trabajadores y que no es necesario que aparezca en ningún convenio. Y también argumenta que el recorte del dinero empleado en contratar una comida para los trabajadores, que según dicho medio se cifran en más de 170, no va a sanear las cuentas, ya que ese gasto es «mínimo». La comida costó en el 2017 3.120 euros y el ayuntamiento aporta 10 millones de euros a esta empresa para que realice sus servicios en la ciudad, que además de la recogida, también realizan la limpieza viaria y la recogida de los residuos sólidos urbanos de esta localidad.

La sentencia, por lo tanto, es clara: no se argumenta «una justa causa» para suspender esta tradición, que debería haberse celebrado el 3 de noviembre. Ecourense ha decidido no recurrir el fallo al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y por lo tanto los empleados se volverán a sentar alrededor de una mesa para disfrutar de esta celebración de trabajo.