Abel Caballero, el alcalde de la mayoría absoluta

Sus adversarios políticos le afearon desde la oposición, y también en campaña, cuestiones como el tiempo de tramitación de la RISGA, el precio de los alquileres , la falta de plan general o la subida continua de impuestos. Críticas a las que Caballero, el alcalde viral, respondió con un «todo en Vigo es lo más de España» . Tras el examen de las urnas, el resto de partidos quedaron eclipsados por el socialista, repartiéndose los siete ediles restantes entre los 4 que fueron a parar a la popular Elena Muñoz (7 en 2015); los 2 de Marea de Vigo y el concejal que lograron arañar los nacionalistas, que en los anteriores comicios no habían obtenido representación.

El batacazo del PP -pierde tres ediles, los mismos que engorda Caballero- demuestra que el mensaje lanzado por la candidata popular, volcada en acabar con «la mentira masiva y el falso viguismo de Caballero», no caló finalmente entre los electores. Ni siquiera la controversia por su teniente de alcalde, Carmela Silva, salpicada por una sentencia que condenó a un funcionario del Ayuntamiento por promover el enchufe de su cuñada, ha logrado hacer mella en el tirón del alcalde más votado de España , con más de un 67 por ciento del apoyo ciudadano.