Feijóo abre la puerta a repetir en 2020: «Galicia puede contar conmigo»

Hubo anuncios, sí , principalmente un paquete de medidas sociales para mejorar la conciliación de las familias con hijos, avances de futuras rebajas fiscales en el entorno rural -en sintonía con las políticas de los últimos años- y una defensa de los tres Xacobeos que se encadenarán en el próximo decenio como una gran oportunidad para Galicia. También balance de lo hecho, que para Feijóo es positivo aunque quiso alejarlo de proclamas triunfalistas. Pero sobre todo, su intervención fue un ejercicio de contraste entre la acción del gobierno gallego y la parálisis y el bloqueo del Ejecutivo de Sánchez, contra el que Feijóo lanzó sus mayores invectivas.

También hubo balance, lógicamente favorable para la gestión del PP en este decenio . «En Galicia hoy hay menos desempleo que cuando llegamos al gobierno, fuimos capaces de superar la crisis con las familias y trabajadores, se innova y exporta más que nunca, tiene las políticas sociales con más presupuestos y servicios que los que tenía en época de bonanza», cuenta «con la mejor sanidad pública de su historia», «renovada y con el compromiso de hacer un nuevo Sergas en hospitales y centros de salud».

«En Galicia sí hay soluciones» frente «a la frivolidad y la inestabilidad; sí se puede hacer política anteponiendo el interés general», proclamó, « Galicia desmiente que lo que vive España es irremediable ». Feijóo responsabilizó a Sánchez por crear «un problema de salud democrática» al haberse convertido «en un candidato de un partido en permanente clave electoral» y «decidir todo en función de las expectativas partidistas».

« Se pervirtieron las instituciones que son de todos para usarlas como instrumento de campaña », ha denunciado, «se manipuló el calendario electoral hasta el punto de que se celebraron dos comicios en menos de dos meses; se secuestraron recursos de las autonomías destinados a los servicios públicos, que además fueron empleados como mecanismo de chantaje entre negociaciones políticas; se ignoraron las mínimas normas de decoro entre las administraciones».

Además, reiteró que el Gobierno en funciones «ha puesto en cuestión» los principales proyectos pendientes en la Comunidad, como la llegada del AVE a Galicia, la tarifa para las empresas electrointensivas, la falta de trabajo a corto plazo en Navantia-Ferrol o el pago de los 700 millones de la deuda, de la que el Ejecutivo central solo se ha comprometido a abonar una parte. « Galicia no pide ni pedirá nunca ser más que nadie pero tampoco acepta ni aceptará ser menos », garantizó, «no vamos a permitir que la inestabilidad de España se les traslade a los gallegos por intereses menores».

Feijóo alertó igualmente de las amenazas que se ciernen sobre la economía gallega derivadas del contexto internacional, pero con una perspectiva todavía más negativa por «la falta de un Gobierno que tome decisiones». A pesar de ello, ha anunciado que la Xunta presentará en los próximos días un proyecto de Presupuestos para 2020 «porque pese a las limitaciones que hay para elaborarlos al no conocer la senda de déficit y las entregas a cuenta del año que viene, me niego a que el desgobierno de otras instituciones prive a los gallegos de nuevos proyectos con recursos adicionales».

Por último, para Feijóo el objetivo pasa por alcanzar en la próxima década «la mejor Galicia de nuestra historia», «la Galicia Xacobea, Galicia Calidade» . Las menciones al Año Santo fueron abundantes en su intervención, casi desde el primer minuto. Así, se refirió a este evento como «una gran oportunidad para mostrar todo nuestro potencial, internacionalmente y durante un largo periodo de tiempo, y también de demostrarnos a nosotros mismos de lo que somos capaces. Para ello, se extenderá el programa del Xacobeo desde Compostela a las seis ciudades restantes, con «singulares inversiones en infraestructuras y un plan de acciones». «Toda Galicia debe sumarse a aprovechar esta gran oportunidad», añadió.

En el turno de tarde, Feijóo centró su réplica principalmente en el líder socialista . A Gonzalo Caballero le instó a «enfrentarse con su Gobierno» -en referencia al de Sánchez- «y le iría mejor a nivel político». «Hay que elegir, y nosotros elegimos el país y usted a su partido», le afeó por la posición del PSdeG en la crisis de Alcoa y As Pontes. «Galicia no fue nunca importante para el PSOE, eso es la historia», apostilló.

Se guardaba munición gruesa para dibujar una hipotética alternativa en la izquierda. «¿Hay algún proyecto más agotado que el del PSOE, que no es capaz de gobernar ni de formar gobierno?», le lanzó a Caballero, «usted dice que no pueden gobernar con Podemos cuando quedó acreditado que su única opción es desgobernar juntos». « ¿Usted dormiría tranquilo? », le inquirió, «a mí lo que no me dejaría dormir sería que esta oposición cuatripartita se convirtiera en un desgobierno multiplicado por cuatro». «Si hubiéramos sido gobernados por este carrusel de oposición no habría más que una enorme inestabilidad», añadió.

Feijóo admitió que «Galicia claro que tiene problemas», como «todas la familias». « La pregunta es si no tuviéramos estabilidad y trabajáramos con responsabilidad, ¿qué sería de Galicia? », y censuró a la oposición que propongan para la Comunidad «un gobierno que fracasó en España y que ustedes mismos dicen que no quieren para España». Ante las acusaciones del BNG de ir coaligado con la extrema derecha, el líder del PP respondió que «a mí lo que me daría vergüenza es ir de la mano de Arnaldo Otegui».

El presidente se reservaba un último guiño, un anzuelo final para seguir jugando con las especulaciones respecto a su futuro. «En Galicia puede o no haber un candidato, pero los gallegos que no tengan duda de que tendrán un presidente que servirá a todos hasta el último día. Sé que ni de lejos soy todo lo que pasa en Galicia» pero « los gallegos pueden tener claro que para mí Galicia lo es todo ». Y quien quiera entender...