La CRTVG se suma a la moda del Audi

La adjudicación se concretó el pasado 29 de julio, y el vehículo seleccionado es un A6 2,8 FSI Quattro, la berlina más popular y deportiva del mercado; por tanto, la que lidera el segmento, tanto en Europa como en el resto del mundo. Su interior es espacioso, de contorno limpio y elegante, y con un acabado perfecto. La oferta elegida fue la más costosa, con una diferencia de 7.000 euros sobre la más económica de todas las propuestas recibidas.

El principal partido de la oposición en Galicia, que destapó esta adquisición, se quejó de que Benigno Sánchez, «el hombre que puso los medios públicos de comunicación al servicio de los intereses electorales de Emilio Pérez Touriño», copie los «hábitos» del presidente gallego y se valga del dinero público «que es de todos, para viajar en vehículos de lujo, mientras la crisis y el paro ahoga a los gallegos». Este grupo, que lidera Alberto Núñez Feijóo, solicitó de nuevo que el director general de la CRTVG sea elegido por el Parlamento gallego, por mayoría cualificada.

Malos ejemplos

Los políticos periféricos no están dando ejemplo de contención y austeridad en estos tiempos de vacas flacas. Aún no repuestos del «pack» del dirigente republicano catalán Ernest Benach para su A8 Limusina (extras a los que renunció tras la denuncia de ABC); el jefe del ejecutivo autónomo, Emilio Pérez Touriño, sorprendió con la tarifa (que él no desveló) de la compra de un A8 blindado, con inhibidores de frecuencia (elemento de protección usual para prevenir ataques terroristas) y neumáticos especiales que preservan la seguridad en caso de pinchazo. Todo por el módico precio de 480.000 euros.

Este automóvil (el cuarto de la flota del socialista gallego) y el «tuneo» de las tres plantas del Área de Presidencia saltó de Galicia a toda la prensa de España y sobresaltó al ala del PSOE en la Xunta, mientras que el BNG se decantó por mantenerse al margen, a excepción de alguna declaración suelta.

Los populares gallegos, por ahora, ya han revelado que habrá más entregas monetarias, de unos gobernantes «sin ahorro ni mesura». El mandatario autonómico, intentando darle una vuelta al dañino sambenito de su tendencia al lujo, anticipó en la rueda de prensa ofrecida tras la última reunión semanal de su gabinete, que todas las «acusaciones contra mí, que son difamaciones» serían replicadas por su equipo.

En esta clara precampaña de las elecciones autonómicas, -que aún continúan sin fecha-, tendrá que ingeniárselas para desembarazarse de esa fama de pródigo que él achaca a una «campaña orquestada» contra su persona que procura el desprestigio.