La Coruña espera por su intermodal

Fue precisamente en 2015, año en el que Xulio Ferreiro asumió el bastón de mando de María Pita, cuando la Xunta licitó los proyectos constructivos de las estaciones de Santiago, Vigo y Orense. Sin embargo, en el caso de La Coruña, el Concello —tras varios requerimientos de la Xunta— esperó hasta marzo de 2016 para confirmar que participaría financiando las actuaciones necesarias para la adecuación urbana de la infraestructura. El Ayuntamiento se comprometía a urbanizar una nueva plaza en la avenida de A Sardiñeira, llamada a concentrar el mayor número de paradas, a instalar dos rotondas para ordenar el tráfico en las inmediaciones de la estación y a construir un parking subterráneo en terrenos titularidad de Adif.

Pese al retraso, la Xunta asumió las demandas del Gobierno local y la Consellería de Infraestruturas se apresuró a sacar a concurso la redacción del proyecto en base a los criterios fijados, un proyecto que finalmente se licitó cuatro meses después por un importe de 417.000 euros. Sin embargo, a mediados de 2017 la Marea Atlántica cambió de opinión. Los rupturistas recularon y se desmarcaron de las propuestas que ellos mismos habían formulado meses antes con el objetivo de reclamar una «redimensión» del proyecto de la intermodal. De este modo, renunciaron a la creación de una plaza en A Sardiñeira y a la urbanización de la zona. Además, modificaron la estructura del edificio de la estación, optando por una cubierta más simple estilo marquesina. El cambio de criterio de los de Ferreiro obligó a tirar a la basura el proyecto de redacción que la Xunta había sacado a concurso. La obra volvía a la casilla de salida previa pérdida de 417.000 euros.

El Gobierno gallego se vio obligado entonces a rescindir el contrato para la elaboración del proyecto y a trabajar en unos nuevos pliegos ajustados a las demandas municipales. María Pita se comprometió por su parte en octubre de 2017 remitir una propuesta de convenio que recogiese los compromisos de las administraciones implicadas. El borrador de esta propuesta, de unos 15 folios, fue remitido esta misma semana por parte del concejal responsable, con más de un año de retraso con respecto al compromiso inicial del Concello.

«Lamento que los coruñeses tengamos que padecer la irresponsabilidad e incompetencia de la Marea . Demuestran una vez más que no están preparados para gestionar, están acostumbrados a aplicar únicamente la política de enfrentamiento con todas las administraciones», censura en conversación con este diario Beatriz Mato, candidata del PP a la alcaldía de la ciudad. Por su parte, desde el Concello optan por echarle la culpa al Gobierno gallego del retraso del proyecto de la intermodal coruñesa, acusándolo de querer «enredar» con este asunto. Mato en cambio rechaza este argumento y recuerda que en ciudades como Santiago, gobernada por Compostela Aberta, Vigo, con alcalde socialista, o Pontevedra, con un regidor del BNG, se cerraron los respectivos proyectos sin mayores complicaciones «La falta de acuerdo es única y exclusivamente de este ayuntamiento», resume la popular.

El Gobierno gallego calcula que la redacción del nuevo proyecto tras el cambio de criterio de la Marea Atlántica se demorará al menos un año, situando el horizonte para el inicio de las obras de la futura estación intermodal coruñesa en 2020. Este retraso, señalan desde la Xunta, habría comprometido la asignación de hasta ocho millones de euros de fondos europeos con los que se iba a financiar buena parte de la infraestructura, de un coste estimado de en unos diez millones. El Ejecutivo autonómico explicó que el resto de intermodales gallegas sí podrán recibir las partidas comunitarias correspondientes al período 2014-2020, ya que uno de los requisitos fijados es que las obras estén finalizadas a 31 de diciembre de 2020. Con todo, en el caso de la infraestructura herculina, el retraso originado tras la petición de la Marea Atlántica de reformar el proyecto inicial complica enormemente la posibilidad de ajustarse a los plazos fijados, algo que obliga al Ejecutivo autonómico a pensar en un plan b.

«Tenemos la garantía de que se va a realizar la obra con fondos de la Xunta, pero a día de hoy y a nada que se tenga algo de experiencia de gestión se sabe que no lo podremos hacer con fondos comunitarios», apunta Beatriz Mato. Desde el Gobierno local defienden en cambio que los fondos Feder para este tipo de infraestructuras pueden certificarse hasta el 31 de diciembre de 2023.

Este asunto, así como la propuesta de convenio remitida por el Concello con más de un año de retraso serán algunos de los temas que se aborden en la reunión a tres bandas convocada para mañana en Madrid. A la espera de su celebración, lo cierto es que mientras el resto de urbes gallegas avanzan en la construcción de unas infraestructuras adaptadas a la llegada de la Alta Velocidad, todo parece indicar que La Coruña seguirá condenada a ocupar el «furgón de cola» en esta materia.