Coronavirsu Galicia
Un verano explosivo en carretera que no se debe repetir en diciembre
El estío fue «muy malo», menos tranquilo de lo esperado y con el 56% de fallecidos menores de 44
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Iniciar sesiónHubo en el verano de este extraño 2020 menos accidentes que en 2019, siendo la cifra menor desde el año 2017. Pero no fue suficiente. Se esperaba desde las autoridades que la cifra fuese inferior, en un estío en el que sí que se pudo ... viajar, pero faltaron fiestas populares o grandes desplazamientos y en el que ya hubo restricciones por el coronavirus , por ejemplo, en la zona de A Mariña. Fue «un verano muy malo» en las carreteras gallegas . Esta descripción tan clara no la hace cualquiera: es de la coordinadora de la DGT en Galicia, Victoria Gómez Dobarro, que también reclama que ahora, con una nueva desescalada, aunque no sea desde un confinamiento como el de marzo, pero en una etapa tan sensible como la Navidad, no suponga un desmadre.
Se venía de dos meses de confinamiento, de «movilidad la justa, de transportes, actividades esenciales y no esperábamos este repunte ni mucho menos. Es como si la falta de libertad se quisiese expresar o reflejar en la carretera », explica al otro lado del teléfono. Incluso durante esos meses, los radares fijos captaban velocidades de algunos vehículos muy preocupantes. «Reflejaron unos datos espeluznantes, no dábamos crédito al número de denuncias de radar fijo, las personas corrían igual o más porque no tenían otros usuarios» en la carretera, que se quedó evidentemente vacía al permanecer la inmensa mayoría en sus hogares.
Pero, ¿qué perfil se puede destacar dentro de los infractores? En este caso sobresalen los jóvenes, entre ellos, los motoristas y viajes relacionados con asuntos puramente de ocio. Es este grupo el que tristemente protagoniza la mayoría de estadísticas mortales: este estío de 2020 « el 56% de los fallecidos tenían menos de 44 años », narra la coordinadora de la Dirección General de Tráfico. Además, fallecieron ocho personas que se encontraban dentro de los grupos considerados «vulnerables»: disgregado, cinco fueron accidentes de moto, misma cifra que el año anterior, y tres fueron muertes de peatones. «Es ese perfil de entre 30 y 40 años, usuario de moto generalmente de fin de semana ligado al ocio, que a lo mejor no tiene una conducción tan experimentada», explica. ¿Cuál puede ser la explicación para un mayor riesgo entre personas que, precisamente, tienen una menor experiencia a los mandos de un vehículo por su edad? Precisamente, que es una etapa «en la que se asumen más los riesgos, incluso aquí dentro decimos que se creen inmortales», comenta Gómez Dobarro.
Precaución
Todo parece indicar que, si los datos continúan por una buena senda, se podrá celebrar las Navidades, aunque en grupos más pequeños y con las restricciones y las medidas de seguridad muy presentes. Si eso es así, desde la DGT se implora que no se vuelva a producir esta «explosión que nos sorprendió» . Al fin y al cabo, en las próximas semanas muchas partes de Galicia se enfrentarán a una desescalada, aunque con unos cambios menos radicales que los de primavera con respecto al verano. Cambios en forma de medidas que se notan en la ocupación de las carreteras:«Tenemos caídas bastante notables de la circulación, los fines de semana puede bajar al 50% o 60% respecto a la misma fecha del año pasado».
Así pues, en respetar las medidas «nos va la vida a todos», señala la coordinadora de Tráfico. «Si hay cuestiones de celebrar por estas fechas, alcohol y conducción son completamente incompatibles, que sea un norte que tengamos grabado. Ojo a la velocidad, el uso de los sistemas de seguridad» y el recordatorio de cero drogas al volante en unas fechas que «despiertan una sensibilidad si cabe todavía mayor», y precisamente en un año en el que se podrían producir muchos ansiados reencuentros. Así que recuerden, una irresponsabilidad al volante puede hacer «que la vida cambie para siempre en décimas de segundo, no le puedo dar a rebobinar, la vida cambia para siempre». Y en el caso de los jóvenes, «no son inmortales», al igual que se puede coger una enfermedad u ocurrir otro tipo de percance, que puede causar daños irreparables a terceros y, evidentemente, a las propias familias. La situación en esos núcleos familiares es «desgarradora, es un dolor desgarrador, se quedan sin ese miembro, esa parte tan importante de esa familia , no se recuperan nunca, se acostumbrarán a vivir con la ausencia pero es una muerte traumática», explica.
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